Con pies grandes y pesados... Para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos
- Con pies grandes y pesados… Para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos.
- Con orejas grandes… Para aprender a oír y no actuar a ciegas.
- Con boca chica… Para no andar parafraseando, ni hablando de más.
- Con colmillo largo… Para saber actuar en momentos difíciles.
- Tener piel áspera y dura… Para aguantar los embates de los demás.
- Tener cola corta… Para que nadie, por más que quiera, pueda hablar de ti.
- Tener su memoria… Para que nunca olvides quién realmente eres.
Y como el elefante, que cuando sabe que va a morir regresa a su lugar de origen, igualmente tú, cuando sientas que ha caído en lo más profundo, que no puedes salir y no encuentras ni un rayo de luz dentro del laberinto en que estás inmerso, que lo has perdido todo y no te queda nada, regresa a tu lugar de origen, regresa a tu naturaleza, regresa a ser tú nuevamente, porque tal vez, ¡por la falta de memoria olvidaste quién realmente eres!