Hay cantidad de cosas casi invisibles a la percepción humana, o lo que es lo mismo, en este nivel de propagandismo oficial, difícilmente se consigue mirar más allá de lo que indica papá gobierno que es lo bueno y perfecto
Juana María Olguín
Hay cantidad de cosas casi invisibles a la percepción humana, o lo que es lo mismo, en este nivel de propagandismo oficial, difícilmente se consigue mirar más allá de lo que indica papá gobierno que es lo bueno y perfecto. Este jueves otra vez esa ridícula y rara imagen de policías de la ciudad de México aplaudiendo a las agentes que fueron a torpedear a las manifestantes en el día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres. Es la cara dura y cínica de una autoridad que universaliza su estupidez.
De un tiempo acá, es evidente la publicidad que ahora se pueden comprar las instituciones militares los pretextos son cualquiera y ahí se lucen en reportajes pagados que lo deben ser, por la sarta de cursilerías que enaltecen y que ningún periodista que se precie de serlo se atreverá a publicar, por un interés genuino de informar. Lo frustrante es que de tanto presupuesto que poseen ahora hasta les sobra para gastarlo en frivolidades. Mientras el país se incendia de un extremo a otro.
Así que en esta tesitura no sería ninguna sorpresa que los festejos ridículos que exhibe la ciudad de México cuando vuelven sus 2 mil 500 agentes enviadas a torpedear la marcha feminista, -a las que frente a palacio nacional lanzaron bombas de gas lacrimógeno-, les aplaudan henchidos de orgullo el resto de la tropa los hombres. Y si eso ya de por sí no se viera preocupante, ahora Salió la candidata a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum a exigir investigación contra quienes lastimaron a las policías ¡Apesta la propaganda gubernamental! y peor en días oscuros como ayer.
Miren esto mientras las marchas sucedían, en el país mataron 11 mujeres, la joven de 18 años en Guaymas, además de tres homicidios en Baja California, en Zamora Michoacán, una madre fue ultimada frente a sus hijos. En el estado de México, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Tabasco y Veracruz ocurrieron los otros crímenes, ah, pero hay quienes todavía se ofenden por cristales que se rompen, edificios a las que se les dejan mensajes escritos.
Es un hecho que México se ha militarizado y todo para empeorar. Recientemente en Jalisco, la detención de la esposa de un poderoso narcotraficante -con conexiones en 81 países para comercio ilícito-, provocó el secuestro de dos marines, entonces se desató la madre de todos los operativos para rescatar a los suyos por parte de secretaría de Marina y Armada de México (Semar) claro, algo que jamás harían por Juan pueblo. Pero ni con todo el gasto bárbaro en que incurrieron, encontraron a los suyos. Milagrosamente ambos funcionarios fueron abandonados en un predio rural.
Así que con todo el recurso financiero y no hay éxito. A todo ese estado de preocupación y alerta hay que agregar el ataque a palacio municipal en Guaymas, donde murieron tres personas. Esta mañana José Rafael Ojeda Durán, titular de la Secretaría de Marina (Semar), informó que lo ocurrido, que dejó saldo de tres muertos, iba dirigido al secretario de seguridad municipal, Andrés Humberto Cano Ahuir. La joven fallecida en esos hechos era hija de un miembro de la Marina.
¿Por qué tanto muerto, tanta droga, tantas armas? Es eso posible en un país militarizado con un ejército y marina que en los desfiles impresionan con aviones cazas poderosos, helicópteros con tecnología de punta que cuestan miles de millones de pesos. Tienen drones tecnología de punta, intervenciones telefónicas y radiales ¿cómo no pueden tener resultados. La población sufre, hay muertos por todos lados. Extorsiones, secuestros, desapariciones, expulsadas comunidades enteras. Temeraria la incapacidad manifiesta.
Si se atrevieron a atacar un palacio municipal ayer ¿a qué más se atreverán? A cualquier cosa, tienen todo con qué.
En lo mismo de siempre el ayuntamiento de Hermosillo decidió a través del cabildo -los traidores de siempre- a elevar el costo de la tarifa de agua a un 7 por ciento. Lo que es no sentir ninguna empatía por las condiciones económicas que enfrenta la gente con la suma de costos que se han disparado en los últimos meses. Que le vamos a hacer, son los candidatos simpáticos que se transforman en los verdugos, ya sentados en el cargo público.