Si quieres resultados diferentes, haz diferentes las cosas; si quieres resultados distintos, no hagas lo mismo, es una reflexión adjudicada a Albert Einstien y aplicada en todos los ámbitos de la vida, pero que cobra mucho vigor tratándose de estrategias de gobierno en sus distintas instancias

Si quieres resultados diferentes, haz diferentes las cosas; si quieres resultados distintos, no hagas lo mismo, es una reflexión adjudicada a Albert Einstien y aplicada en todos los ámbitos de la vida, pero que cobra mucho vigor tratándose de estrategias de gobierno en sus distintas instancias.
A nivel municipal son recurrentes los conflictos que derivan de la privatización de servicios públicos, como son los casos de la recolección de basura, alumbrado, cobranza de consumo de agua a morosos, entre otros, cuyos términos debieran ser reconsiderados a profundidad o simplemente descartados.
Aún así, reportes de Guaymas, Cajeme, entre otros, reportan acuerdos de autoridades municipales con empresas privadas, prevaleciendo la sospecha de que se trata de acuerdos leoninos, como bien lo dijo el gobernador Alfonso Durazo al referirse a los servicios subrogados contratados por el ISSSTESON.
En Hermosillo hay pésimos referentes sobre ese tipo de contratos para que empresas se hagan cargo de la prestación de servicios e incluso, la cancelación de un par de ellos, alumbrado público y planta tratadora, fue el entretenimiento que durante tres años tuvo la ahora comisionada de Turismo, Célida López Cárdenas.

El que se haya ocupado tanto de ese tema por los beneficios mediáticos consecuentes y descuidado todo lo demás, es la mejor demostración respecto a lo nocivo que representa para la vida comunitaria derivar a privados responsabilidades, obligaciones y facultades de autoridades municipales y lo decimos solo como referencia a situaciones más complicadas y de mayores efectos, no porque nos hayamos enterado que en la administración de Antonio Astiazarán se cocina algún negocito de esos que al parecer ya concretó Karla Córdova en Guaymas y Javier Lamarque en Cajeme.
No, este contexto a partir de la necesidad de hacer distintas las cosas si queremos resultados diferentes, tiene qué ver con la rampante inseguridad pública que se extiende prácticamente por todo el territorio estatal, a excepción de ínsulas como Navojoa y Agua Prieta, lo cual es de llamar mucho la atención y requeriría ser objeto de estudio para replicar lo que en esos municipios se hace en el resto del Estado.
Nadie podría negar que la actual administración federal tiene varios talones de Aquiles, como son los casos de salud Pública, Economía y principalmente la inseguridad pública, temas que proporcionalmente se extrapolan hasta Sonora y suponemos que en los dos primeros, algo se está haciendo distinto, porque se percibe mejoría en ambos.
Pudiera ser que la baja de contagios y decesos por Covid-19 es producto de la remisión natural luego del avance del plan de vacunación, pero hay otros indicios respecto a resultados positivos porque el titular de Salud, José Luis Alomía está haciendo distintas las cosas y además del fuerte respaldo que recibe ese sector de parte de Salud Federal.

También pudiera decirse que las inauguraciones de nuevas empresas, ampliación de otras y anuncios de grandes inversiones, son producto de la intensa gestión de la pasada administración para promover a Sonora como polo de atracción para grandes corporativos, pero en este caso también se hacen distintas las cosas respecto a lo que se estila en el gobierno federal, ya que en lugar de cancelar proyectos empresariales y cuestionarlos, el gobernador se suma a la fiesta y los alienta.
En el tercero de los casos, el combate a la inseguridad pública, cambian las cosas, porque luego de casi tres años haciendo lo mismo a nivel federal, por supuesto que los resultados siguen siendo iguales, lo cual ha tenido un fuerte impacto en Sonora, recrudeciéndose la situación a partir del 13 de septiembre pasado con la escalada delictiva que todos sabemos.
Se supone que con el relevo en el área con María Dolores del Río a la cabeza, las cosas debieran estarse haciendo de forma distinta, pero no se observa mejoría particularmente en los casos de la región de Altar, Magdalena, Cajeme, Bácum e incluso Hermosillo, en donde ya comienzan a menudear delitos de alto impacto, sin que tengamos idea en qué consiste ese rediseño de la estrategia oficial con el propósito de hacer las cosas diferentes para obtener resultados distintos.
Recurrir a la participación ciudadana es repetitivo en todas las administraciones estatales y municipales siempre adornada con sesudos análisis sobre la transversalidad, tema en el cual Doña Lola y su equipo deberían de profundizar, para determinar que cosas deben hacer distintas, porque a la fecha los resultados han sido mediocres.

Eso por un lado, ya que por el otro, si bien se afirma y se asegura que las reuniones mañaneras por la Paz y la seguridad que a nivel federal encabeza el presidente todos los días y que replica en Sonora el gobernador Durazo, sí ofrecen buenos resultados y que con ellas se gana terreno a la delincuencia, los hechos a lo largo y ancho del país lo desmienten, lo cual debiera ser motivo de reflexión para el rediseño de tal estrategia, no necesariamente respecto a la celebración de esas juntadas sino de lo que se acuerda en ellas o sea, hacer las cosas distintas para obtener resultados distintos a los de estos días.
Es una simple y humilde sugerencia ante una realidad inocultable que pudiera extrapolarse a otros aspectos de la gobernanza en Sonora como es el caso del Plan de Justicia para la Tribu Yaqui, que como modelo está a toda madre, pero que en su aplicación solo ha resultado en un círculo vicioso con cambios sólo en el tamaño de los buenos propósitos e iguales intenciones, que arrojan similares resultados que en el pasado, con el riesgo que eso también ocurra en el caso del Plan para Cananea.
O sea, qué tan distintas debieran ser las acciones que debiera emprender el gobierno de Durazo para romper con los pobres resultados del pasado en esos temas, porque hasta ahora, en materia de seguridad públicas las cosas están resultando peores, y en efecto, reconocemos que aún es poco tiempo para juzgar en el caso de Sonora, aunque a nivel federal casi tres años deberían ser suficientes para concluir que la estrategia presidencial ya resultó en un fiasco.
Y lo que son las cosas, donde los datos estadísticos muestran que se están haciendo distintas las cosas y se logran resultados distintos –buenos resultados—es en la Fiscalía General de Justicia del Estado, con una Claudia Indira Contreras que al parecer tomó un segundo aire en materia de procuración de justicia y combate a la impunidad, lo cual podría convertirla en una fuente de consulta para enterarnos en qué cambió su estrategia a partir del 13 de septiembre.

En fin, la necesidad imperiosa de encontrar variables en el combate a la inseguridad y el delito, muy interesante la propuesta que hizo desde la más alta tribuna legislativa del Estado, el diputado Ernesto de Lucas Hopkins, para que mediante reformas a la Ley de Seguridad Pública, crear una estructura intermunicipal, que en función de condiciones similares de problemática, geografía, territorial, demográfica, se unifiquen criterios, estrategias y se establezcan mecanismos de coordinación que les permitan ser más efectivos en dicha materia.
En términos generales, esa propuesta implicaría hacer las cosas distintas luego de resultados similares durante tantos años, ya que facilitaría tareas como asociados en un mismo fin, al optimizar recursos, agilizar procesos, homologar salarios, unificar estrategias y coordinarse directamente con el Gobierno del Estado y la federación, o sea, regionalizar desde la instancia más cercana a la sociedad, el combate a la inseguridad pública y el delito.
Cuántas veces se ha dicho y hemos escuchado que ante la grave problemática en la materia, es fundamental fortalecer las corporaciones policiacas de los municipios, mejorar salarios, profesionalizar e intensificar su capacitación, además de dotarlas de mejor equipamiento; erradicar la corrupción interna y ganarse el respeto social, y saben qué tales propósitos han quedado en calidad de saliva discursiva, ya que la tendencia presupuestal federal ha sido a la inversa y así se mantendrá.
A ver qué ocurre con esa propuesta de reforma, pero por lo pronto ya extrañamos aquellos datos estadísticos que sobre asuntos de seguridad divulgaba periódicamente Manuel Emilio Hoyos como integrante de un Observatorio Ciudadano, lo cual nos tiene en ascuas respecto a como van las tendencias en delitos patrimoniales que hasta hace semanas iban a la baja, pero que en cuanto a delitos de alto impacto, esos que ni qué se han incrementado.

Y en asunto más amable, excelente la iniciativa presentada por la también diputada del PRI, Karina Zárate Félix, para que en todas las oficinas de la administración pública del gobierno estatal, se faciliten las cosas para personas de baja estatura y a débiles visuales, mediante la instalación de escaleras universales y surcos lineales en sus accesos.
Se trata simplemente de una propuesta de acciones en favor de la inclusión e igualdad de personas que bajo condiciones de infraestructura actual, enfrentan dificultades para una movilidad segura, que vendrían a complementar las rampas para quienes usan sillas de ruedas.
En el marco de la conmemoración “Día de las Personas con Talla Baja” conmemorado a principios de esta semana, la legisladora del PRI, recordó que se trata de reflexionar y promover los derechos que poseen estas personas y dar un día para sensibilizar a todos los sectores de la sociedad acerca de la problemática situación que enfrentan, cuando no existen las condiciones idóneas para su desempeño.

Y resulta que Twitter México determinó que es tema de explotación sexual infantil divulgar el altero así de fotografías donde el presidente López Obrador se solaza besuqueando a niñas y niños, incluso hasta con mordidas, sin que tengamos idea del alcance de dicha determinación, más allá de borrarlas del TL de quien las suba a esa red social.