Seguramente que los comunes mortales de Sonora, no tienen la más remota idea de quien diablos es Sergio Carlos Gutiérrez Luna, tampoco su esposa Diana Karina Barreras, pero ambos gozan de cabal salud, riqueza y prosperidad, gracias a negocios con Guillermo Padrés en el caso de él y ella porque ahora cobra como diputada en el Congreso local, por el impresentable Partido del Trabajo (PT) al que Andrés Manuel López Obrador le dio vida, oxígeno y un poder que jamás tuvieron
Juana María Olguín

Seguramente que los comunes mortales de Sonora, no tienen la más remota idea de quien diablos es Sergio Carlos Gutiérrez Luna, tampoco su esposa Diana Karina Barreras, pero ambos gozan de cabal salud, riqueza y prosperidad, gracias a negocios con Guillermo Padrés en el caso de él y ella porque ahora cobra como diputada en el Congreso local, por el impresentable Partido del Trabajo (PT) al que Andrés Manuel López Obrador le dio vida, oxígeno y un poder que jamás tuvieron.
Sergio Carlos Gutiérrez Luna, llegó a Sonora con una mano adelante y otra atrás y se sumó al gobierno de Guillermo Padrés, quienes ignorantes en grados extremos lo adoptaron como suyo, a quien ahora es ni más ni menos que el presidente del Congreso de la Unión. Junto a él la protección del titular de aduanas, Horacio Duarte y el líder de Morena, Mario Delgado.
Originario de Veracruz y como hijo pródigo volvió a su terruño en donde ha sido recibido con muy malos modos. Le preguntaron al gobernador, Cuitláhuac García, que si quién era ese “fulano” a lo que el mandatario respondió que no lo conocía y no sabía quien era. El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Velázquez, prepara una solicitud para conocer el gasto en que ha incurrido Gutiérrez Luna en su activismo para promocionar su imagen en aquel estado.
Allá en Veracruz no han perdido oportunidad para recordarle: “Sus negros antecedentes (que) se remontan en Sonora, a raíz de turbias acciones como el presunto desvío de 65 millones de pesos, cuando fue responsable de implementar el nuevo sistema de justicia penal en aquel estado. Esto en la plenitud del poder del también triste célebre gobernador Guillermo Padrés Elías”.
Luego hubo denuncia presentada por el Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas, Derechos Humanos y Democracia, A. C., en la que Sergio Gutiérrez Luna fue el principal imputado en el desvío millonario que se detectó en el proceso de implementación judicial. Además, incurrió en acciones que derivarían en responsabilidades penales o, como mínimo, administrativas, por utilizar su encargo en beneficio de empresas de su propiedad o de ya identificados prestanombres. La denuncia aún se encuentra en la Fiscalía General de la República (FGR).
Para cerrar el tema Gutiérrez Luna, también fue acusado durante la campaña para gobernador de Sonora en 2015, por el representante del PRI ante el Instituto Electoral de ser “mapache electoral” pues además de tener un cargo público, realizaba actos de proselitismo a favor del candidato panista, Javier Gándara”. Pues ahora el señor goza de prosperidad y abundancia total, como presidente del Congreso de la Unión y para amarrar quincena su esposa, Diana Karina Barreras es diputada plurinominal en el Congreso local por el PT. Confieso que no sabía ni que existía, pese a que la mujer era miembro del cabildo en el ayuntamiento de Hermosillo, con Célida López.
En más asuntos patéticos, primero la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó que Mario Aburto, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, -a más de 27 años de su condena- fuera trasladado de la cárcel donde se encuentra a uno en Tijuana, Baja California a fin de que su familia tuviera contacto con él. Ayer volvió a la carga y exigió reabrir el caso. Con todas las desgracias acumuladas solo en ciudad de México y la “florero” de ese organismo prefiere hurgar en el pasado. Para seguir nadando de muertito.
Vean el documental “1994” en Netflix para que comprendan por qué tres fiscales especiales para el caso Colosio lo declararon a Aburto el único culpable. Imágenes de él nunca vistas y que lo retratan dirigiendo a los camarógrafos en la reconstrucción de los hechos, como si él fuera la estrella o director de cine. Una más en la que se le ve en reunión con diputados federales, así con su estupidez visible, quedará clara su personalidad narcisista y seguramente otros problemas de salud mental.