Aumentó la electricidad 20 % ¡la gasolina, el gas!

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Aumentó la electricidad 20 % ¡la gasolina, el gas!

La lucha de los comités de 8 municipios afectados por el grupo México de Germán Larrea, por los daños causados en agosto de 2014 se mantiene vivo, gracias al apoyo de organismos nacionales

Amanece con nuevos legisladores y 72 alcaldes ¿Sabrán qué hacer?
Todo el poder para buscar el bien común y nada. Lo malo se perpetúa
Cuando será prioridad la violencia intrafamiliar ¡Hay graves daños!

Juana María Olguín

La lucha de los comités de 8 municipios afectados por el grupo México de Germán Larrea, por los daños causados en agosto de 2014 se mantiene vivo, gracias al apoyo de organismos nacionales. Aparentemente para los alcaldes de esas comunidades, para el gobierno estatal y el federal, es ¿inexistente? Por lo pronto hay que hacer notar que el derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado permanece en los ríos Sonora y Bacanuchi en sus aguas y se beberá ante la apatía de toda la clase política, que cobran como si sirvieran para algo.

En los último días presentaron ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) una solicitud de medidas cautelares para proteger la salud de la población de ocho municipios, acceso a agua limpia, y la reubicación de los pozos contaminados, reconocidos por autoridades federales, con metales como arsénico y plomo.

“Los habitantes organizados en los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) surgen tras siete años de impunidad y litigios emprendidas por las comunidades y ante la falta de reparación integral de los daños causados por el derrame, y el reconocimiento oficial, a finales del año pasado, de que pozos que abastecen de agua a miles de personas contienen metales en cantidades peligrosas para la salud”, reza el comunicado.

La buena noticia es que en los tiempos en que Alfonso Durazo era diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD/2012-2015) se lanzó de manera incendiaria contra los gobiernos que hicieron nada para obligar a Germán Larrea a resarcir los daños causados (jamás se sabrá el tamaño de daño causado a cuántos y de qué manera). Así que por lo menos en este asunto, hay una esperancita chiquita que ahora que levantará la manita para ser gobernador, él si actúe en función de aquel furibundo discurso en la Cámara de Diputados. Caería bien que fuera congruente.

Todos los días la pregunta entre algunos es ¿Y ahora qué problema armó Andrés Manuel López Obrador? Ni en una horrible pesadilla fue posible imaginar ese ejercicio presidencial de incitar el odio, la crispación, el enfrentamiento y la división. Así fuera de los dientes para afuera, los ex mandatarios federales con todo y sus bajezas, raterías, intentaban ser factor de unión. Triste ver a México más dividido que nunca.

En esa tesitura no sorprende que López Obrador siga obcecado en que con todo el tsunami (no ola) de Covid 19, exija el retorno a clases presenciales. Lo que el amo diga, entonces harán la retorcida acción de declarar al sector educativo de alta prioridad y bajo esa excusa, laboren como actividad esencial. En Sonora no hay ni un ápice de rebeldía y ya listos para iniciar el ciclo escolar, con el Hospital General a tope de intubados y con lista de espera de pacientes contagiados. 

Pobrecita la muchacha que pone López Obrador a tirársele encima a los connotados periodistas, a poderosos medios de comunicación nacionales. A la pobrecita le tiembla la voz del miedo, de la inseguridad, de lo retorcida que es su labor. Pero ayer por la mañana dentro de toda su manifiesta incapacidad soltó la frase: “el dato no es falso… pero se exagera”, así confirmó que hay un alza del 20 por ciento en la tarifa de luz en el país.

Una chulada de respuesta la de ayer miércoles en palacio nacional, cuando confirmó el aumento del 20% a la tarifa doméstica de alto consumo (DAC), Ana Elizabeth García, encargada de la sección llamada quién es quién en las mentiras. A este incremento hay que agregar el del gas licuado, el de la gasolina y por ende un encarecimiento de la canasta alimentaria, de miedo.