La muerte de Tomás Rojo: atentado brutal contra la inteligencia y la justicia

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La muerte de Tomás Rojo: atentado brutal contra la inteligencia y la justicia

Este lunes 21 de junio, los peritos responsables de la fiscalía de justicia del Estado de Sonora, oficializaron que el cuerpo encontrado en un paraje del territorio yaqui, después de tres semanas de desaparición forzada, es del compañero Tomás Rojo Valencia, líder y vocero de la tribu yaqui

¿Recobrará el PRI su identidad?
¿Hay algo que celebrar el día mundial del agua?
No necesitamos el pánico, pero sí la acción

Alberto Vizcarra Osuna

Este lunes 21 de junio, los peritos responsables de la fiscalía de justicia del Estado de Sonora, oficializaron que el cuerpo encontrado en un paraje del territorio yaqui, después de tres semanas de desaparición forzada, es del compañero Tomás Rojo Valencia, líder y vocero de la tribu yaqui, quien durante los últimos años fomentó una alianza de la etnia con todo el sur de Sonora para que las aguas de la Cuenca del Río Yaqui no continúen siendo desviadas –con la operación ilegal del Acueducto Independencia- hacia otro destino y uso en contravención al decreto de Lázaro Cárdenas.

El Movimiento Ciudadano por el Agua, condena este hecho brutal y exige a las autoridades federales y estatales que se cumpla el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador quien prometió que este crimen no quedaría en la impunidad. Este tipo de homicidios, se pueden explicar por la personalidad de la víctima y por el contexto en el que ocurren. No hay forma de encubrir este asesinato en la sombra de la cauda de muertes violentas que se registran en toda la región y el país.

Hay un elemento indiscutible de singularidad en el caso de la muerte de Tomás Rojo Valencia: su incontrovertible papel de liderazgo y vocería de la Tribu Yaqui. Su defensa del territorio, de sus recursos naturales, especialmente la defensa del destino y uso de las aguas del Río Yaqui, amenazadas con el desvío ilegal de las mismas hacia la ciudad de Hermosillo con la operación ilegal del Acueducto Independencia.

Tomás Rojo era un convencido de las acciones de resistencia pacífica en contra de todo tipo de injusticia y eso lo hizo un amante de la paz. Así se condujo durante la última década en la lucha de los yaquis en contra de la abrumadora concurrencia de intereses privados para despojar a los yoremes y al sur de Sonora de las aguas del Río Yaqui. En esta lucha los yaquis fueron víctimas de persecución y encarcelamiento. Tomás tuvo que abandonar el territorio en una especie de exilio forzoso para proteger su integridad física. Aunque las autoridades responsables, durante los gobiernos de Calderón, Peña Nieto y el gobierno de López Obrador, continúan empeñados en imponer el acueducto, Rojo Valencia vio con beneplácito el Plan de Justicia para los ocho pueblos yaquis ordenado por el actual gobierno federal, pero nunca aceptó que los beneficios prometidos se otorgaran a cambio de que la tribu renunciara a su defensa legal en contra de la obra que los despoja del agua. 

Hasta los últimos días, previos a su desaparición forzada, Tomás insistió en que la consulta a la tribu, ordenada por la Suprema Corte, con relación a la operación del acueducto, debería de ser suspendida, en tanto que no existían las condiciones contempladas en los protocolos firmados por México ante organismos internacionales para la realización de este tipo de procedimientos con los pueblos indígenas. Uno de los principales requisitos es que la consulta se debe de realizar en un ambiente de libertad, la cual se encuentra suprimida por el asedio que sufre la tribu con el clima de violencia, asesinatos y desapariciones, profundizado en los últimos dos años.

Quienes integramos el Movimiento Ciudadano por el Agua, recogemos esta inquietud que se llevó el compañero Tomás Rojo. Pedimos que las autoridades responsables suspendan la consulta sobre el Acueducto Independencia y que esta se reanude hasta que se restablezcan las condiciones de libertad y paz requeridas para la continuación de la consulta.

El liderazgo de Tomás ha sido reconocido en todo el país y en gran parte del mundo. Esto se lo ganó porque fue una personalidad limpia y transparente; un convencido de que los abusos y atropellos que se le infrinjan al pueblo yoreme,  luego se lo harían a otras comunidades indígenas y al país entero. Su sentimiento de justicia para el pueblo yaqui era el mismo que tenía para todos los mexicanos. Como lo sostuvo en su mensaje Raja Gopal, dirigente del movimiento gandhiano desde la India: Tomás era un hombre amante de la paz y promotor de la no violencia.

No debemos permitir que la oscuridad que ha acallado la voz de Tomás Rojo, opaque su memoria. Extendamos su existencia con el deseo de que su muerte sea un punto de inflexión para que las autoridades, encuentren a los responsables y asuman en forma plena la responsabilidad de revertir la ola de violencia que padece el territorio yaqui, el sur de Sonora y el país entero.