Es cierto, de las peores cosas que se viven hoy en día es la deslealtad, la desvergüenza y el cinismo por parte de la clase política -e importantes estratos sociales-, la misma que ahora se siente hecha a mano, bordada con hilos finos de seda y por sobre todas las cosas honrados a carta cabal
Juana María Olguín

Es cierto, de las peores cosas que se viven hoy en día es la deslealtad, la desvergüenza y el cinismo por parte de la clase política -e importantes estratos sociales-, la misma que ahora se siente hecha a mano, bordada con hilos finos de seda y por sobre todas las cosas honrados a carta cabal, pero es cuestión de escudriñar poquito en el tamaño de riqueza que poseen para saber que todos esos millones de pesos en propiedades y cuentas bancarias no cayeron del cielo, sino que son obra de las “oportunidades” que tuvieron para la tranza desde sus mundos de privilegios.
Es increíble oír a los candidatos a distintos cargos públicos hablar de los “corruptos” si aquellos los de enfrente, los de aquel partido y luego que suelten la frase “célebre” yo no soy igual”. Dioses del olimpo no sé dónde se despojaron de las horribles manías que aprendieron en el “viejo sistema” gubernamental, del que por cierto jamás se les escuchó quejarse, menos denunciar públicamente. Así que aquí la frase matadora queda muy bien: dime que presumes y te diré que careces.
Una auditoria seria, de buenos contadores y expertos, con suma facilidad expondrían que con un sueldo promedio jamás podrían acumular riquezas multimillonarias como algunos candidatos poseen, pero para colmo de su desvergüenza las esconden.
Para penoso ejemplo la exhibida que dieron a Luis Donaldo Colosio Riojas, quien, como candidato a alcalde de Monterrey, por Movimiento Ciudadano (MC) se le llenó la boca de escupir en contra del “viejo sistema” gubernamental, al que una y otra vez denunció por todos los abusos que se cometen y bueno se la dejaron ir, lo exhibieron por servirse del putrefacto esquema y sacarle raja.
Una nota de Luciano Campos, en la Revista Proceso reveló que Colosio Riojas “ha enfatizado en la campaña su repudio a los vicios de la política tradicional, aunque, en el pasado, el despacho que fundó le facturó hasta 7.5 millones de pesos a mandatarios cuestionados por corruptos. La firma de abogados Basave, Colosio, Sánchez SC (BCS) prestaron servicios a los gobernadores Rodrigo Medina, de Nuevo León; Javier Duarte, de Veracruz; Roberto Sandoval, de Nayarit; y Roberto Borge, de Quintana Roo, según copias de documentos en poder del reportero”.
Detestan al viejo sistema que les llenó la jeta de dinero, que les proveyó de todas las facilidades para que robaran, que rodeo de impunidad para que se quedaran con dinero que no les pertenecía, pero hay que oírlos a los cínicos que se creen la personificación de la honradez y la perfección divina. Eso ni volviéndolos a parir.
¿Qué pasará cuando algún día se reinicien las clases con las escuelas abandonadas total y absolutamente? Robadas, saqueadas lo que es paradójico, luego que la alcaldía de Hermosillo desdeñó el tema de la seguridad, es más parece que se encuentra acéfala la dirección de seguridad pública municipal. No desperdician oportunidad para negar que el robo a casa habitación, asalto a transeúntes es un problema gravísimo. Además de que no hay suficiente policía para contener las hordas de malandros que 24 horas ejercen su oficio.
Entonces ¿cómo explicarán las condiciones de los edificios escolares? Por supuesto que acá cabría la curiosidad si solo los malandros ordinarios se llevaron cuanto pudieron o si hubo “apoyo” oficial de otros cercanos a los planteles.
Junto con pegado las escuelas se quedaron abandonadas a su suerte y ahora habrá que volver a gastar para hacerlas habitables, es la obvia evidencia que los planteles se sostienen con el patrocinio del 150 por ciento de los padres de familia, sin estos no hay nada que se mantenga vivo. Ósea señores del gobierno sirven para muy pocas cosas, que no sea procurar su propio bienestar y el de los suyos, lo demás los bienes colectivos que sirven a la sociedad no son prioridad. Aquí la prueba fehaciente.