El problema de la violencia doméstica es que no la entienden quienes deberían, porque están en cargos gubernamentales desde donde se deberían operar cambios culturales, programas de atención psicológicos a que dé lugar
Juana María Olguín
El problema de la violencia doméstica es que no la entienden quienes deberían, porque están en cargos gubernamentales desde donde se deberían operar cambios culturales, programas de atención psicológicos a que dé lugar. Pero solo se sigue hablando con un perturbador lenguaje que solo perpetúa los estereotipos y las desgracias. El discurso de Andrés Manuel López Obrador no puede ser mas irresponsable, a superado todos los niveles de agresión verbal, jamás vistos.
Levantó un muro de láminas para protegerse él y no ver ni oír los gritos, los llantos y las súplicas por justicia para todas las muertas, violadas, asesinadas, desparecidas y el miércoles todavía se jactó que los nombres de las víctimas pintados por las familias de todas ellas, que ya no están en este plano físico, se veían muy bonito y que lo quería dejar una semana para el gozo total del país. Era un panteón, nombres de damas muertas y para él es “lindo”.
Ahora resulta que el gobierno federal si sabe lo que sucede en todo el territorio nacional, que cuentan con una radiografía precisa de qué grupos criminales tienen socavadas a las comunidades, lo que presuntamente han conocido desde siempre. La novedad ahora es que llaman al gobernador y le echan en cara la clase de cogobierno instaurado en su zona por los cárteles y -si así fuera-, los nombres de los funcionarios involucrados con los criminales.
Lo anterior es parte de lo escrito por Jorge Fernández, en el periódico Excelsior. Si esto fuera tal cual, tiene muchas lecturas, para empezar no se si reír o llorar, del hecho, que el gobierno federal sepa al dedillo la desgracia de los habitantes del país que se consumen en el miedo porque han quedado bajo el fuego cruzado de uno o más organizaciones criminales ante la indiferencia de alcaldes y gobernantes que prefieren hacer de la vista gorda. Lo otro es porqué sigue dejando a las milicias a cargo de la vacunación y dos ¿por qué no ordena detener a los funcionarios coludidos?
En asuntos ¿regionales? Qué sucede con la dinastía Beltrones, suena a bomba, es noticia que le dolerá a esos miles que todavía viven con el síndrome de tapete con el ex gobernador Manlio Fabio y de su hija Sylvana quién no tiene la menor idea donde está el norte o el sur de Sonora. A ella se le aplica el chiste de que si la pones en el Jardín Juárez no sabría cómo llegar a su casa.
El asunto no es menor y se trata de información luego que en 2009 la todavía senadora recibió 3 depósitos millonarios en su cuenta. Las autoridades iniciaron una investigación que fue archivada en 2018 tras la intervención de Enrique Peña Nieto. En suma, ocultó 10.4 millones de dólares en la Banca Privada de Andorra (BPA), entre 2009 y 2010, de acuerdo con una investigación de El País.
Sobre los señalamientos en contra del ex gobernador, dicen que tiene que ver con una “ligera” advertencia de parte de López Obrador para que no se meta con, Alfonso Durazo, candidato de Morena, en alianza con delincuentes de dos partidos más (que no voy a mencionar, como para qué).
Por otra parte Carolina Lara denunció que no le han dado su millón de pesos, que merece por regentear en Sonora el bodrio llamado Fuerza por México, propiedad de Pedro Haces Barba, un líder sindical, quien para mayores señas lame las suelas de los zapatos de López Obrador ósea son de los mismos, organizaciones engaña bobos pero aquí están estorbando y para colmo saqueando los escasas riquezas de los mexicanos. Carolina, ex diputada por el Partido Acción Nacional (PAN) terminó la legislación en modo priista, seguro que hará rendir la lana esa que gasta para nada, nada y nada.