La violencia contra los niños impactará a todos ¡lo bueno es que no importa!

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La violencia contra los niños impactará a todos ¡lo bueno es que no importa!

El poblado Miguel Alemán en el nombre lleva la penitencia, se dice que fue en el sexenio de ese ex presidente de la República que se sembró lo que ahora es deporte nacional por excelencia: el saqueo de las arcas públicas, que luego convierte a ex gobernadores, ex alcaldes en potentados empresarios y más impunes imposible. Pero el tema triste es el de esa comunidad rural que igual sucede con otras franjas quedaron hundidas en el abandono del ayuntamiento y el estado de Sonora

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Juana María Olguín

El poblado Miguel Alemán en el nombre lleva la penitencia, se dice que fue en el sexenio de ese ex presidente de la República que se sembró lo que ahora es deporte nacional por excelencia: el saqueo de las arcas públicas, que luego convierte a ex gobernadores, ex alcaldes en potentados empresarios y más impunes imposible. Pero el tema triste es el de esa comunidad rural que igual sucede con otras franjas quedaron hundidas en el abandono del ayuntamiento y el estado de Sonora.

En San Pedro el Saucito hay todas las historias de horror, de violencia doméstica, de violación infantil a manos de abuelos y padres, pero la distancia entre esta comunidad y la ciudad es proporcional a la indiferencia institucional que resiente la población.  No hay una sola calle pavimentada en el pueblo, salvo la carretera mal hecha, pésimamente trazada que lo atraviesa peligrosamente y divide en do. Vialidad que, a los locales, perjudica y nada más.

El ejido la Victoria, más cerca de Hermosillo, que San Pedro es otra imagen fehaciente, tétrica de que, al estado, al municipio le importa un pito la suerte de esas comunidades, así que solo se hunden en el abandono, en total carencia. 

Ah, pero el poblado Miguel Alemán creció de una manera apabullante. De origen eran trabajadores que llegaron a levantar las cosechas del valle agrícola, luego se instalaron. Llegaron más que también se asentaron en el lugar, hasta que aquello se convirtió en un tumulto de gente acinada, sin servicios públicos esenciales. Hace décadas que se denuncia la cantidad de delitos sexuales, que se cometen y que quedan en total oscuridad porque son usos y costumbres de las “familias”.

Es tan ofensiva la representación legal que tiene el estado y el municipio en aquel lugar, que la atención no es ni siquiera de mediana decencia y resulta en una vejación más cuando se trata de buscar la anhelada justicia, desde allí es fácil sentir el desprecio de autoridades estatales y locales por esas comunidades que por la distancia no están en el radar de los gobernantes. 

Esas sociedades eran el voto duro del partido Revolucionario Institucional (PRI), obtenido a base de todos los vicios por el monopolio de la fuerza, pero luego llegó el Partido Acción Nacional (PAN) y los excesos que en la campaña especialmente de Alejandro López Caballero a la alcaldía de Hermosillo, bueno era imposible que no ganara si les tiró encima toda clase de electrodomésticos, sobrillas y parafernalia que sobrevive en jirones. Luego solo hubo desprecio cuando llegó al cargo.

Ahora mismo hay cientos de niños que sobreviven en la violencia sexual, física, emocional, que son salvajemente golpeados por los adultos, que deberían ser sus principales protectores. Así la oprobiosa realidad de los pequeños, que no pidieron nacer y de los que ahora todos reniegan y el Estado mexicano exuda su incapaz de visibilizarlos y hacer lo que se tiene que hacer para salvarlos de la desgracia y cumplir lo que se promete a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Nadie interesado en la niñez sonorense. Se pagará caro ese desprecio, ya verán.   

Desde que el INE cambió su nombre de IFE, dejó mucho que desear, un ridículo cambio de membrete para seguir igual, donde su presidente, Lorenzo Córdova, junto con otros vivales de ese organismo, se declararon en rebeldía para acatar la sentencia presidencial de ganar menos sueldo que Andrés Manuel López Obrador -que igual sigue siendo demasiado-. Ahora en abierta confrontación, en una guerra de estiércol entre el poder ejecutivo, que no se anda por las ramas para denostarlos. Ojalá que dejen mono con cabeza para que alguien atienda el proceso electoral. Digo.