Es inentendible que de las principales discusiones durante el año que lleva la pandemia, sea de porqué gimnasios y bares cerrados y nadie absolutamente nadie se sintió molesto por el cierre de las escuelas
Juana María Olguín

Es inentendible que de las principales discusiones durante el año que lleva la pandemia, sea de porqué gimnasios y bares cerrados y nadie absolutamente nadie se sintió molesto por el cierre de las escuelas ¿Es asunto de prioridades? Ahora mismo han anunciado que las playas se mantendrán abiertas en semana mayor. No pues que caray la lógica con que funcionan las autoridades sanitarias pasa del cinismo puro al sospechosimos o de plano es agandalle electoral.
Para ser honestos dejé de seguir las cifras de Covid de cuántos contagiados y muertos, igual dejé de proporcionar la información, con la intensión de bajar los tonos de miedo y ansiedad de la población, lo que no se confunda, con ignorar las reglas sanitarias ampliamente difundidas. Ojo, con las que se tendrá que aprender a vivir por lo menos unos dos años sino es que mucho más.
Por eso es importante plantear la discusión de porqué es mas importante exigir la apertura de bares, de gimnasios, de playas antes que mostrar un mínimo interés en que las escuelas reinicien
Actividades. Ahora por obra y magia de la locura institucional anuncian que Sonora entrará a semáforo verde y al mismo tiempo piden a la gente no pasear en la Semana Santa por el riesgo de una nueva ola de contagios.
A modo de chunga se dice que habrá semáforo sandía: verde por fuera y rojo por dentro. Lo cierto es que las prioridades están muy torcidas y desequilibradas, por ejemplo que para que ocurra el regreso a clases, exigirán a los padres, -porque nadie más puede-, limpien, desinfecten las escuelas de malandros seguramente, porque no hubo ningún incidente en esos edificios cuando se cerraron.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que, alrededor del 80% de los alumnos de primaria en México no alcanzaban los conocimientos mínimos esperados en comprensión de lectura y matemáticas, situación que empeora con el cierre de escuelas,
(porque, además en) el programa “Aprende en casa”, persisten grandes retos para que todos los niños y adolescentes tengan acceso a la educación y no vean afectado en su nivel de aprendizaje.
Que los rezagos de aprendizaje se agudizan debido al cierre de las escuelas, especialmente entre los que no pueden acceder a la educación a distancia, por que viven en comunidades indígenas de alta marginación o no cuentan con internet o computadora en casa”.
El colmo es que los niños se encuentran en un peligro inminente, miles son dejados al garete, por los padres que trabajan o los otros que son perezosos y despreocupados y entonces los hijos, están en los semáforos pidiendo dinero a expensas de ser atropellados; luego está el otro segmento que va y viene de casa de familiares, quienes los cuidan y todo al final es una exposición a la pandemia ¿Cuánto más puede ser si van a clases, de manera organizada, con todas las reglas sanitarias?
Ayer lo decía y hoy lo sostengo podríamos recibir la lección de nuestras vidas, si los niños retornan a la escuela y nos muestran como vivir en forma inteligente estas circunstancias. En casa reciben clases de miedo y frustración de los padres que no pueden lidiar con tanto.
Ahora falta saber si hay profesores aptos para dirigir la inteligencia emocional de estos niños que llegaron con otros paradigmas y otras habilidades.
Si habrá semáforo verde para las vacaciones de semana mayor, que lo haya también para abrir las escuelas.