¿Es posible que, a estas alturas de la vida, todavía haya quien crea que la pandemia se manejó de manera correcta en el país? Además de las cifras escandalosas de muertos, de contagios a casi un año que se registró el primer caso, -27 de febrero- no solo hay la certeza que hubo una actitud negligente del gobierno federal, con sus manías y negación a ocupar el cubrebocas, pero ahora hay castigo y este es internacional
Juana María Olguín
¿Es posible que, a estas alturas de la vida, todavía haya quien crea que la pandemia se manejó de manera correcta en el país? Además de las cifras escandalosas de muertos, de contagios a casi un año que se registró el primer caso, -27 de febrero- no solo hay la certeza que hubo una actitud negligente del gobierno federal, con sus manías y negación a ocupar el cubrebocas, pero ahora hay castigo y este es internacional.
El gobierno mexicano se negó una y otra vez a cerrar las fronteras aéreas y terrestres el año pasado, cuando otros países lo hacían, con pretextos tan balines, tan simplistas, pero que denotaban en todo sentido un: ir contra la corriente. El pasado mes de diciembre con las vacaciones navideñas la misma cosa, se cancelaron vuelos comerciales en distintas naciones, nuestra nación siguió abierta de par en par. Ni se diga el acceso a ciudadanos estadounidenses, que entraron en tropel.
Ahora Estados Unidos, Canadá y hasta Cuba exigen pruebas de examen Covid negativas para ingresar a sus territorios, al igual que Guatemala. Europa recibe vuelos de su región ¿Ah, pero México sigue con sus fronteras abiertas? ¿En este nivel de saturación hospitalaria? Con cientos o miles de muertos en sus casas, los que no cuentan, a pesar de tantos duelos acumulados.
Y como si el sentido común no fuera suficiente para entender que la arrogancia y egolatría de dos hombres (López Obrador y López Gatell) llevaron al país a este nivel de desastre, solo queda mirar los datos internacionales que pone a México como el que encabeza la lista de letalidad entre las 20 naciones más afectadas por la pandemia de Covid-19.
Por si fuera poco, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, Doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard, escribió el libro: Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México, donde abordó la desinformación, la desestimación del uso del cubrebocas, el nulo control en las fronteras y la falta de testeos masivos. Sólo algunos de los factores que provocaron emergencia en el país.
En Sonora las cosas lucen también bastante sospechosas e incómodas, cómo es posible que “alguien” haya decidido vacunar primero a 60 socorristas de Cruz Roja que, al personal del Hospital Ignacio Chávez. En medio del semáforo rojo en Hermosillo y otras ciudades de la entidad hay miles que se encuentran lidiando de frente el flagelo de la pandemia, lo extraño es que ni siquiera el personal médico de la institución mereció el antígeno. Igual planteó en medio de la emergencia ¿quiénes son prioridad? Tomarse la foto para publicitarse es lo primero, no pues que caray.
Con aparentes signos de violencia, localizaron sin vida a una mujer de 48 años la mañana del sábado, en la colonia Solidaridad, también a primeras horas del domingo, otra femenina fue reportada en aguas de las graveras ubicadas al poniente de la ciudad, na tercera murió “suicidada” en un centro de desintoxicación. La escueta información sobre los hechos de violencia que dejaron este número de víctimas revela el “interés” que tiene, pero el último hace prender todas las alarmas, porque para nadie es un secreto que en el país la rehabilitación entra con sangre ¿Qué pasó realmente en ese sitio? Que son un infierno en la tierra.
¿Qué cosa realmente es el cuento retorcido que se ha montado el gobierno federal con los adultos mayores para vacunación? Es solo spot, campaña publicitaria, promoción política. Para empezar, no hay antígeno. Las que estaban compradas no llegaron y no hay ninguna disponible. Ahora anuncian la puesta en marcha del registro nacional de adultos mayores de 60 años, solo digo que hiede. El sábado escuché la peor excusa: llaman para crear un programa para los que no se quieran vacunar!