Alonso Ruizpalacios, el mexicano más habitual de la Berlinale

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Alonso Ruizpalacios, el mexicano más habitual de la Berlinale

El cineasta mexicano Alonso Ruizpalacios regresa a la Berlinale en plan grande. Por segunda ocasión estará en la búsqueda del Oso de Oro, en la compe

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El cineasta mexicano Alonso Ruizpalacios regresa a la Berlinale en plan grande. Por segunda ocasión estará en la búsqueda del Oso de Oro, en la competencia principal del aclamado festival de cine alemán con su docuficción Una película de policías, que en su edición 71 se realizará por primera vez de forma híbrida entre películas streaming y algunas funciones presenciales. 

El cineasta mexicano y el evento alemán tienen una historia ligada. Con Güeros (2014), el mexicano obtuvo el premio Oso de Plata a la Mejor Ópera Prima que entrega el festival, cuando su filme compitió en la sección Panorama. Su segundo largometraje fue Museo (2018), con el cual compitió por primera vez para ganar el Oso de Oro, en una edición  en la que ganó el galardón a Mejor Guion.

En Una película de policías, Ruizpalacios reúne a los últimos dos ganadores de los Premios Ariel en actuaciones de reparto, por el filme Asfixia, esta vez como protagonistas. Por un lado Mónica del Carmen y por el otro Raúl Briones, con quien ya había colaborado en Güeros. Para el filme que va a Alemania, ambos actores tuvieron que estar encubiertos en academias de policía para alimentar la construcción de sus personajes.

La sinopsis oficial nos da un adelanto de lo que se verá: Siguiendo la tradición familiar, Teresa y Montoya se incorporan a la policía, solo para encontrar que sus convicciones y esperanzas son aplastadas por un sistema disfuncional. Ante la hostilidad a la que se exponen, solo les queda su vínculo amoroso como refugio. 

Como un experimento documental y narrativo innovador, es una película de policías que sumerge al espectador en un espacio inusual. La película pone el reflector sobre la policía, una de las instituciones más controvertidas de México y el mundo. En la producción se encuentran Daniela Alatorre y Elena Fortes, y empresas como No Ficción y Netflix.

Selección Oficial. Junto a Una película de policías, de Ruizpalacios, hay otros 14 filmes (regularmente son 20 los que compiten). Entre ellas la alemana Nebenan de Daniel Brühl, quien debuta como director, e Introduction, del surcoreano Hong Sang Soo, además lucharán por los Osos el francés Xavier Beauvois, el alemán Dominik Graf y sus compatriotas Maria Schrader y Maria Speth.

Irán, país que el año pasado ganó el Oro con The is no Evil, de Mohammad Rasoulof, irá a concurso con Ballad of a White Cow, una coproducción con Francia dirigida por Behtash Sanaeeha y Maryam Moghaddam. El cine japonés estará representado por Wheel of Fortune, de Ryusuke Hamaguchi, mientras que Rumanía lo hará con Bad Luck Banging or Loony Porn, de Radu Jude.

Notable será la presencia francesa, ya que además de Albatros, de Beauvois, competirán Petite Maman, de Celine Scianma, y la coproducción con Líbano, Memory Box, de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige.

En la selección hay varios nombres habituales del festival -especialmente, por parte alemana-. Se ha tratado de buscar un equilibrio entre “nombres nuevos y talentos conocidos”, explicó Carlo Chatrian, uno de los directores del festival.

“Será una Berlinale lógicamente distinta», movida por el interés de dar «un mensaje claro de impulso al sector”, indicó por su parte Mariette Rissenbeek, el otro director, en un mensaje grabado de presentación.

El jurado estará integrado por seis directores que ganaron ya su Oso de Oro en pasadas Berlinales: junto al iraní Rasoulof, formarán parte del equipo el israelí Navad Lapid, la rumana Adina Pintilie, la húngara Indikó Enyedi, el italiano Gianfranco Rosi y la bosnia Jamila Zbanic.

Afectados por la pandemia. Este año la Berlinale se dividirá en dos partes. La primera será digital, estará destinada a la industria del cine y tendrá lugar del 1 al 5 de marzo (donde se darán a conocer los ganadores), y la segunda será del 9 al 20 de junio con una edición abierta al público.

La fórmula híbrida entre el festival virtual y el popular ideada por los dos co-directores del festival es una solución de compromiso ante la situación creada por la pandemia.

La canciller Angela Merkel y los poderes regionales acordaron ayer prolongar hasta el 7 de marzo las restricciones de la vida pública. Desde noviembre está cerrada la restauración, el ocio y la cultura, a lo que se sumó en diciembre los comercios no esenciales.

La prórroga se decidió tras semanas de descenso continuado de la incidencia de contagios -del pico de 197 casos semanales por 100 mil habitantes registrado el 22 de diciembre se pasó a 64,7 positivos-. Sin embargo, las autoridades y los expertos temen una propagación de las nuevas mutaciones, más agresivas, que según Merkel podrían acaban siendo las dominantes en la pandemia.

Representación mexicana. En la última década la representación mexicana en la Berlinale ha destacado con coproducciones como El premio (Paula Markovitch, 2011), Eisenstein in Guanajuato (Peter Greenaway, 2015) y Soy nero (Rafi Pitts, 2016), así como con títulos destacados de Alonso Ruizpalacios.

Otros trabajos reconocidos en los últimos años fueron Ensueño en la pradera, de Esteban Arrangoiz, que ganó el Premios del Jurado al Mejor Cortometraje y Everardo González, quien obtuvo el Premio Amnistía Internacional por su documental La libertad del diablo, ambos en el 2017. Por su parte Tatiana Hueso tuvo una mención especial del Premio Caligaris a la innovación del cine, por su trabajo en Tempestad (2016). El año pasado Los Lobos, de Samuel Kishi Leopo, se llevó el Gran Premio del Jurado de la sección Generation Plus. Años atrás el festival le otorgó a Pedro Infante el Oso de Plata al Mejor actor por su papel en Tizoc, en 1957.