… desde que tomamos conocimiento de estos permisos que lamentablemente se emitieron con relación al llamado Acuaférico Norte (Hermosillo) hicimos lo que estaba de nuestra parte
Por Alberto Vizcarra Ozuna

“… desde que tomamos conocimiento de estos permisos que lamentablemente se emitieron con relación al llamado Acuaférico Norte (Hermosillo) hicimos lo que estaba de nuestra parte. Estamos en diálogo con la SEMARNAT y con otras instancias para que este permiso que lamentablemente se otorgó se cancele. Esa es una determinación y no va haber cambio en esta determinación…”, esto es parte de la desconcertante confesión de Adelfo Regino, titular del Instituto Nacional de los pueblos indígenas (INPI), que como salida de emergencia le dio a las autoridades tradicionales y a la tropa yoreme el viernes 22 de enero, en reunión sostenida en el territorio yaqui.
Luego, el titular del INPI y encomendado del presidente Andrés Manuel López Obrador para la instrumentación del llamado Plan de Justicia para los Pueblos Yaquis, llegó más lejos con sus disparos y en sus desesperación por exculparse frente a los reclamos de la tribu, les dijo que “el delegado o representante de SEMARNAT en el estado había actuado de manera unilateral, sin consultar a las oficinas centrales respecto a este lamentable acto administrativo”, en referencia de nuevo al otorgamiento de permiso de manifiesto de impacto ambiental por parte de SEMARNAT para la pretendida construcción en la ciudad de Hermosillo del Ramal Norte o Acuaférico Oriente que se propone aprovechar las aguas que ilegalmente se trasvasan desde la Cuenca del Río Yaqui a la ciudad capital por el Acueducto Independencia.
Las insólitas revelaciones de Adelfo Regino, contienen una virtual acusación de corrupción administrativa a las delegaciones federales de SEMARNAT y CONAGUA en Sonora. Implican que tales dependencias se están moviendo bajo las órdenes de intereses económicos locales y bajo la batuta política de quién hoy se postula como candidato de MORENA a la gubernatura del estado, quien no oculta su inclinación por la construcción del citado acuaférico y su respaldo a la operación ilegal del Acueducto Independencia.
Adelfo, se quedó sin la opción de culpar a los gobiernos anteriores y al sentir amenazada la tarea encomendada por el presidente, exhibió la corrupción imperante en esas delegaciones. Se vio acorralado por los yoremes quienes le expresaron su cansancio y mal humor, por todos los procedimientos dilatorios y la forma en que ha usado el Plan de Justicia como una herramienta de seducción, para que a cambio de sus posibles beneficios, los yaquis terminen por cerrar los procesos legales y acepten –en violación al decreto de Lázaro Cárdenas- que las aguas del Río Yaqui sean desviadas en grandes caudales a la capital del estado y se pongan al servicio de los intereses privados que pretenden hacer de la ciudad el paraíso de la especulación inmobiliaria.
Lo que terminó de rebosar el angustiado pecho del responsable de hacer cumplir el Plan de Justicia, es que los yoremes le dieron a conocer que en respuesta a la indolencia mostrada por las autoridades federales con respecto a los reclamos en contra del acuaférico y del Acueducto Independencia, las autoridades tradicionales interpusieron una nueva demanda contra dichas obras, a mediados del pasado mes de diciembre. La demanda fue atendida por el juez Décimo Tercero de Distrito, quien ordenó la suspensión del Acueducto Independencia, porque este carece de permiso de manifiesto de impacto ambiental. En ese mismo sentido concede la suspensión para que las autoridades responsables paralicen cualquier actor relacionado con la autorización, construcción y funcionamiento del llamado acuaférico oriente en la ciudad de Hermosillo el cual pretende ser conectado al ilegal Acueducto Independencia.
Acorralado, Adelfo Regino le promete a los yaquis que se anularán los permisos otorgados por SEMARNAT y CONAGUA a la construcción del acuaférico, al tiempo que tales dependencias ya presentaron recursos legales en contra del amparo que favorece a los yaquis con el propósito de imponer tanto el acuaferico como el acueducto. El Plan de Justicia del presidente López Obrador le ofrece más tierra a la tribu, mientras sus dependencias operan para quitarles el agua.