Porqué el gobierno de Puebla decidió que justo a dos años y un día de la muerte de los gobernantes Martha Érika Alonso y su marido, el senador Rafael Moreno Valle, haya sido la mejor fecha para anunciar la detención de 4 personas, los mismos que más bien parecen inocentes y un intento desesperado por dar resultados ante la muerte de esos personajes mañosos y de muy dudosa reputación
Juana María Olguín
Porqué el gobierno de Puebla decidió que justo a dos años y un día de la muerte de los gobernantes Martha Érika Alonso y su marido, el senador Rafael Moreno Valle, haya sido la mejor fecha para anunciar la detención de 4 personas, los mismos que más bien parecen inocentes y un intento desesperado por dar resultados ante la muerte de esos personajes mañosos y de muy dudosa reputación. Es otra vez la triste historia de fabricar culpables, costumbre de los fiscales del país.
Por qué se detuvo a cuatro presuntos implicados en la muerte de quien fuera la gobernadora de Puebla, Alonso, y su marido, el senador Moreno Valle, luego que en marzo se presentó el peritaje final sobre el desplome del helicóptero en el que viajaba la pareja y no se dijo nada nuevo y los encargados del mantenimiento de la aeronave no habían aparecido como sujetos de interés.
Después del nivel de bajeza con que actúo siempre el ex gobernador panista, Moreno Valle y quien se atrevió a la desvergonzada acción de dejar a su esposa como heredera del cargo, solo es posible imaginar miles de enemigos dispuestos a todo, incluido atentar contra sus vidas. Más aún cuando Puebla fue o es el corazón del robo de gasolinas y donde necesariamente para ese nivel de robo, tuvo que haber protección oficial o de plano connivencia con las ganancias.
Hay tantas cosas que se sospechaba que ocurrían, pero después de leer dos libros, uno donde se describen las tropelías del ex secretario de seguridad pública, Genaro García Luna y otro contra Felipe Calderón “el oscuro”, además de un grito, un alarido, para que todo aquel que pueda se fugue del país, hay un testimonio a una sola voz de una obviedad: las fiscalías estatales y la federal son fábricas de culpables.
Qué se supone que hace el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Zoé Robledo la quiere jugar a super héroe, al magnífico. No hace sentido que con las horribles carencias que, en materia de salud, hay en Sonora se lleven a trabajadores de ese organismo a otras entidades del país. Con los niveles de mortalidad que hay en ese organismo para pacientes con Covid 19.
Durante el cierre de año, publicidad oficial del IMSS en los principales noticieros anunciaron con bombo y platillo que una numerosa delegación de trabajadores del IMSS Sonora llegó a la ciudad de México para atender a pacientes Covid; ahora van 5 a Baja California. ¿Qué es esto?
Una de las participantes de Sonora, que va a Baja California, es enfermera del Hospital General No. 6 en el poblado Miguel Alemán, “responde el llamado de la institución”, reza el boletín de prensa, justo en esa zona agrícola donde falta todo y de todo a esa institución, entre ello claro personal calificado que saque a la población de dolencias y enfermedades mortales, entre ellas la pandemia.
Hay un documental sobre como procurar la salud para todos, ocurre en Haití y en una parte, se menciona la crisis que generó la Organización de productores de petróleo (OPEP) en la década de los 80’s y como desencadenó una crisis en el manejo de los medicamentos hacia todos los países afectando a las naciones más pobres, planteo esto porque 2021 iniciará con un encarecimiento de la gasolina en casi 5 pesos con 20 centavos por litro para la magna, Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indicó que es ajuste en las cuotas al impuesto especial (IEPS)
Esto ocurre en el gobierno donde primero son los pobres y que castiga a los que sobresalen de la línea de vulnerabilidad, porque tienen auto, genial. Bienvenido año 2021. Salud y prosperidad para todos.