Este primero de septiembre, hubo informe de gobierno, es ¿el octavo? ¿El sexto? Que rinde Andrés Manuel López Obrador y de ello hay que resaltar, nada, nada y nada
Juana María Olguín
Este primero de septiembre, hubo informe de gobierno, es ¿el octavo? ¿El sexto? Que rinde Andrés Manuel López Obrador y de ello hay que resaltar, nada, nada y nada. Bueno si hay que reconocer que el hombre es el más optimista de todos los tiempos y ama las acciones que ha emprendido en la nación, aparte de eso hay que abonar un problema grave de cerrazón y ceguera para no entender que la población está hundida en los mismos flagelos de ayer y de antes de ayer.
Hay que empezar por decir que los informes de gobierno sirven para tres cosas: nada, nada y nada, es la fiesta del alcalde, del gobernador, del mandatario federal quienes triste y vergonzosamente año con año se regodean en un triunfalismo que nadie más ve, aparte de la élite burocrática que los acompaña en sus desastrosos gobiernos, pero la sociedad no distingue una administración de otra, porque sus dolencias siguen de mal en peor. Mucho peor en estos días.
Este miércoles me dice amiga querida que su hermano fue asaltado en la colonia Palo Verde, eran las 5 de la mañana el hombre va a su trabajo y de pronto le sale al paso un vehículo del que descienden sujetos armados con machetes en la calle Jesús López, a un lado del panteón. Lo golpearon para robarle un celular, su cartera la que iba vacía, no traía nada de dinero. Cayó en un hoyo que justo estaba delante de él.
Luego como buen sonorense -quien además sufre de diabetes- se sacudió el polvo, el dolor y el miedo que le causó el robo y se fue a su trabajo. Gente decente y honorable pero que sabe que debe romperse el lomo para llevar el pan a la mesa de su familia. La que no merece esta ola de criminalidad que azota a todo el país, mientras el gobierno se auto elogia, se auto reconoce de lo bien que le va ¿Verdad López Obrador?
¿Tienen idea la cantidad de enfermedades que puede desarrollar una persona que sufre un asalto? Todo aquel que los malvivientes amenazan con armas blancas o de fuego queda trastornado, enfermo de ira, de desazón. Tristemente dentro de la “normalización de la violencia”, el robo es parte de las “actividades” a que está sujeto el trabajador y por ende no recibe ninguna atención. Pero son parte de la población enferma emocionalmente que puede desarrollar padecimientos mortales.
Este martes Claudia Pavlovich Arellano, gobernadora dijo que “por debajo de las piedras se buscara a asesinos de Rosalía Jazmín”, la joven estudiante del Instituto Politécnico en Empalme quien fue salvajemente acribillada afuera de su casa mientras preparaba su negocio de venta de comida, pero justo amanece este miércoles y ya mataron a dos personas en Guaymas. Se trata de un hombre y otra fémina a la que una hora antes habían privado de la libertad.
En medio de estas circunstancias ayer martes alrededor de las 20 horas murió Jonathan el jovencito de 12 años que fue herido mortalmente en un ataque en la colonia Adolfo de la Huerta en Guaymas el pasado viernes donde fue asesinado su tío de 38 años. En un intento por salvarle la vida fue trasladado al Hospital Infantil (HIES) donde lamentablemente perdió la batalla.
Enmedio de la peor crisis de seguridad pública, de la falta de procuración y administración de justicia y sale el titular del poder judicial, Francisco Gutiérrez a decir que por las condiciones económicas y de sanidad que privan en Sonora no aplicarán los desalojos a que dan lugar los juicios. Bueno pues por tan brillante idea ya le cerraron el edificio la agrupación de abogados y litigantes que están parados de pestañas ante la pésima actuación de ese organismo.
Que alguien le explique que las demandas llevan décadas y las pérdidas para muchos son de miles de pesos en contra de verdaderos vivales.