Cuando piensas en todos los asuntos que quedaron relegados, abandonados, ignorados ante el poderío y mortal coronavirus, resulta que es una lista amplia tan grande y uno de ellos es el hambre
Juana María Olguín

Cuando piensas en todos los asuntos que quedaron relegados, abandonados, ignorados ante el poderío y mortal coronavirus, resulta que es una lista amplia tan grande y uno de ellos es el hambre. Las historias son muchas de ciudadanos que venden sus mercancías o las intercambian por alimentos, no es uno ni dos de estos dramas que se cocinan en esta cuarentena que ya no es tal y que exige un aislamiento que ya nadie aguanta porque el gobierno salió muy cabrón para cobrar sus servicios: luz agua, predial y otros impuestos, lo de ellos, en eso sí no hay rebajas.
Qué quiebren las empresas, ni modo sentenció Andrés Manuel López Obrador, claro no sabe lo que cuesta instalar un negocio propio, ah, pero cuando se trata de cobrar los servicios que brinda el Estado, los que él cobra para gastarlo en lo que se le ocurre, bueno allí no hay consideración alguna. Esta mañana a pregunta expresa sobre los recibos que envía la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a los sonorenses, abusivos e infames, prometió revisar el asunto ¿será posible contar con la venia de su majestad? Algo cercano al premio que otorgó a sus paisanos del estado de Tabasco.
Vaya escándalo el que se armó en las redes sociales el jueves luego que alguien subió el video donde el notario público, del estado de México, Horacio Aguilar Álvarez, agrede a su esposa. Que a raíz de la exhibición podría enfrentar cargos judiciales. El sujeto fue expulsado de la Escuela Libre de Derecho por acoso sexual. Que chulada de personajes dan “legalidad” y fe en este país.
Ni con todos los miles de muertos y contagiados hubo consideración para posponer el retorno de los trabajadores de empresas de minería, construcción, maquila de partes automotrices y ensamblado. Bueno y si eso no fuera ya bastante malo, López Obrador se irá de gira la próxima semana. Si a él no le importa su pellejo, debería preocuparle el séquito de alrededor de 150 o 200 gentes que lo acompañan, entre funcionarios públicos más reporteros. Pero no, para qué, solo su palabra vale.
Al señor le importa un pepino la pandemia ¿Cómo entonces se pretende que en los estados y municipios la sociedad se mantenga en sus hogares? Y no se si la desobediencia sea por el mal ejemplo que les da su adorado mandatario federal o de plano no tienen lado, ni siquiera para salvarse a sí mismos y a los suyos..
Por ello creo que es un esfuerzo innecesario el que pretenden las policías tanto la estatal de Seguridad Pública, como la municipal. No tiene caso exponer a los oficiales al contagio, al infame calor de más de 40 grados que padecerán a la intemperie, pero además ¡deben dedicarse a lo suyo que es atender la comisión de delitos lo que está, pero brutal! ¡Saqueos, asaltos, secuestros!
Lo otro es que tener policías para que te digan “pase”, con su mano porque los gobiernos no quieren sancionar con vigor y dureza a lo desobediente. A más de dos meses en que los esfuerzos a través de retenes han fracasado, o las autoridades cambian la estrategia o que la policía no malgaste dinero y esfuerzo. Este viernes, hubo un aforo vehicular idéntico a cualquier día sin pandemia.
Ya me había entrado la curiosidad -y también la furia- de qué demonios hacía la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), con los multimillonarios fondos que le entregó López Obrador para atender la emergencia sanitaria ¿dónde están esos dineros invertidos para beneficiar a los sonorenses? Pues el jueves llegó un avión que dicen trajo medicamentos y equipo de protección personal para el Hospital Militar Regional, para infectados por Covid-19, vale más creer.
¿Saben rezar? Hoy más que nunca hará falta ayuda, porque el lunes se abrirá en el país la actividad económica, miles irán a sus trabajos ¿a encontrarse con la mismísima muerte? Creo que sí.