La nueva normalidad

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La nueva normalidad

De nueva cuenta nos declaramos gratamente sorprendidos por las habilidades de personajes de la cuarta transformación para el diseño de planes y estrategias; de cronogramas y prospectivas para el corto, mediano y largo plazo, así como para la utilización de láminas estadísticas, mapeos y en la elaboración de frases de presunto corte sugestivo

“El Borrego” une
Sombría perspectiva
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De nueva cuenta nos declaramos gratamente sorprendidos por las habilidades de personajes de la cuarta transformación para el diseño de planes y estrategias; de cronogramas y prospectivas para el corto, mediano y largo plazo, así como para la utilización de láminas estadísticas, mapeos y en la elaboración de frases de presunto corte sugestivo.

Todavía recordamos aquellas espectaculares exposiciones del Secretario de Seguridad Pública Federal, Alfonso Durazo, y de los titulares de la SEDENA, Luis Cresencio Sandoval González, y de la SEMAR, José Rafael Ojeda Durán, al dar a conocer la creación de la Guardia Nacional; sobre su integración y de sus esquemas de operación para pacificar al país en un par de años.

También están en la memoria popular los detallados planes y proyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador para rescatar a PEMEX y sus esquemáticas fórmulas para crear dos millones de empleos para diciembre próximo y sus muy ilustradas elaboradas prospectivas para acabar con la pobreza en México a través de programas sociales, y así, en un contexto de creatividad inagotable.

Esta mañana de miércoles dieron una nueva demostración de cómo se las gastan en el trabajo sobre el escritorio para diseñar láminas y plasmar en ellas lo que suponen es el futuro frente a la pandemia del Covid-19 y cuál es la estrategia para enfrentarla, aunque para nuestro gusto, les hacen falta maquetas para que sus exposiciones sean más efectistas.

Graciela Márquez Colín

La secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín; la del Trabajo, Luisa María Alcalde; el de Salud, Jorge Alcocer y por supuesto su inefable subsecretario, Hugo López Gatell; así como el de la SEP, Esteban Moctezuma, desplegaron espectaculares exposiciones para resumir en lo que les toca hacer en lo que llamaron la Nueva Normalidad a partir del próximo lunes, sin faltar por supuesto las tradicionales elucubraciones espiritistas del presidente López Obrador.

Todo al fregazo, si no fuera que la constante en todos esos planes, proyectos, prospectiva y perspectivas planteadas desde el 1 de diciembre del 2018, han resultado en continuados fracasos o a lo máximo, con logros sumamente magros, insustanciales, dada la incompetencia y limitaciones intelectuales que derivan de su dogmatismo, para llevar propósitos al terreno de lo concreto e incluso han fracasado hasta en temas tan voluntarios como lo es no ser corruptos ni cómplices de corruptos. 

Por lo anterior esa nueva normalidad anunciada este miércoles por la mañana, genera más dudas que certezas a partir de fórmulas de reactivación económica tan genéricas y producto de modelos de países nada similares a México y sobre todo, esos antecedentes de continuados fracasos y fallidos propósitos.

Luego de dos horas de malabares expositivos, nos parece que la conclusión es que a fin de cuentas, siendo México un país de contrastantes condiciones regionales tanto en lo económico como en lo social, así como también la forma diferenciada como se manifiesta la pandemia, serán los Estados y los municipios quienes tendrán las mejores herramientas y datos para decidir tiempos, cronogramas y rubros de la reactivación económica.

Víctor Guerrero

Además, sin duda tal obligada autonomía resulta sumamente saludable, porque ya ven como les ha ido y como les va a los distintos Estados gobernados por MORENA, sometidos por las demoradas estrategias del gobierno federal para enfrentar la pandemia.

Se supone que a partir del lunes se aplica esa nueva normalidad en 269 de los dos mil 475 municipios de todo el país, destacando la socorrida cursilería de la 4T de denominar a esos 269 municipios como “municipios de la esperanza” que al ser tan pocos y con tendencia a reducirse, vaya desatino de quien tuvo esa ocurrencia.

Esos 269 municipios tienen la característica de estar limpios del virus y no son vecinos de municipios donde se registran contagios, que en el caso de Sonora, sólo entran 11 en dicha condición, a saber, Arivechi, San Javier, Huachinera, Bacadéhuachi, Nacori Chico, Bacanora, Tepache, Granados, Aconchi, San Felipe de Jesús y Divisaderos, en donde resultarán beneficiados por el levantamiento de las restricciones alrededor de 15 mil personas.

Pues algo es algo dirían algunos, pero la realidad es que conjuntan una esperancita muy pinche y más cuando es insistente la versión respecto a que si bien la Jornada Nacional de la Sana Distancia concluye el próximo 30 de mayo, las medidas de prevención contra el coronavirus persistirán., destacando la buena noticia de que en todo ese coronograma de apertura, el regreso a clases en todo el país se posterga hasta que sea seguro, lo cual debe ser un tanque de oxígeno para Víctor Guerrero González.

Jorge Vidal Ahumada

Es que en sus alocadas prospectivas mañaneras, al presidente se le ocurrió anunciar que este próximo lunes iniciarían clases en esos municipios limpios y sin vecindad con quienes tienen registros de contagio, lo cual seguramente resulto preocupante para el titular de la Secretaría de Educación y Cultura de Sonora, toda vez lo cambiante de la expansión de la pandemia y al efecto que en pocos días podría resultar de que en tales municipios se levanten restricciones de movilidad.

A fin de cuentas, se mantienen los procesos educativos a través de plataformas tecnológicas que con todo y lo forzado de la situación y de ser herramientas para muchos novedosas, los reportes son muy favorables respecto a que se avanza en la conclusión del ciclo escolar a través de este sistema.

Como decíamos, contrario a las incertidumbres que genera el gobierno federal, en Sonora desde hace días la gobernadora Claudia Pavlovich lleva a cabo una intensa interacción con la representación de todos los gremios empresariales y de actividades productivas del campo y la ciudad, para en común acuerdo entrarle a una reactivación de operaciones de forma gradual, ordenada y cauta para evitar riesgos para la planta laboral ni para clientes.

Lo que no acabamos de entender cómo es que se prospecte dicha reactivación económica para el corto plazo en el mero pico de la pandemia, cuando a nivel nacional y estatal se registran niveles tan altos en contagios y defunciones, aunque sí entendemos que se hagan planes para estar listos frente a una expansión difícilmente predecible, al menos para las siguientes dos semanas.

David Anaya Cooley

Pues al parecer dicha realidad no importa, porque de acuerdo a las decisiones del Consejo General de Salubridad, México reabrirá actividades y operaciones de la industria automotriz, minería y construcción a partir del lunes próximo, eso sí, se les instruye que cumplan estrictos protocolos de seguridad para sus trabajadores, lo cual es muy dudoso desde cualquier punto de vista.

En fin, como lo comentábamos en redes, ante tanto clamor y exigencias, que se abra sin cortapisas la actividad económica y que sea lo que Dios quiera en función de la disciplina y responsabilidad social de cada quien, y a ver hasta cuándo aguanta el sector salud atendiendo a tanto apurado, que ya después habrán de verse las estadísticas que arroje este juego a la ruleta rusa.

Pareciera ser que de eso se trata la nueva normalidad que propagandiza desde su púlpito mañanero el presidente, que en pocas palabras significa que deberemos de aprender a lidiar con la amenaza de ser contagiado y a la vez con el correteo de la chuleta, mientras se descubre alguna vacuna o remedios más efectivos para curar a la población de alto riesgo, sector que por lo pronto deberá seguir confinado porque será el más amenazado con la reactivación en las actuales condiciones.

Incluso, ya circulan versiones respecto a que está por reanudarse la venta de cerveza en tiendas de conveniencia y en centros comerciales, cuyo racionamiento derivó en soberano desorden y sus largas y prolongadas filas fueron fuente ideal de contagios.

Pues vaya en el brete en el que estamos todos los mexicanos, porque si el plan de reactivación resulta como el ya referido para pacificar al país y someter a las bandas del narcotráfico, estamos fritos o como el del rescate de PEMEX o acabar con la corrupción o reducir los índices de pobreza y aumentar las fuentes de empleo, entre otras metas en las que López Obrador ha fallado de forma miserable.

La falsa austeridad de López

Y el problema es mayúsculo porque no hay presupuestos que alcancen para crear fondos de forma indefinida con el fin de apoyar con créditos de 20 mil 50 mil o 250 mil pesos a micro y pequeñas empresas tal como lo hace el gobierno de Sonora, recursos que se agotan y ni modo que sigan fluyendo y que es hasta donde se puede llegar, tal como lo semblanteó el titular de Economía Jorge Vidal e igual ocurre con aquello apoyos en dinero anunciados por López Obrador, ya que la prolongada suspensión de operaciones ya tiene de nuevo en la ruina a los beneficiarios, además que de muy poco sirven las pinchurrientes mensualidades que según esto dobleteó el mes de marzo.

Pues todo ha quedado en el olvido con el agravamiento de la crisis sanitaria e incluso, en las amañadas mañaneras nada se le ha preguntado al frívolo inquilino de Palacio Nacional respecto a su decreto que formaliza la participación de la SEDENA y la Marina en tareas de seguridad pública en municipios y estados y que en pocas palabras es un salto cualitativo para militarizar al país.

Y lo que son las cosas, Sonora sigue siendo escenario de esa violencia que obviamente no ha podido contener Durazo Montaño con todo y su parida Guardia Nacional y que ante su fracaso, ya le agregaron a soldados y marinos, que mientras se organizan, vea usted la clase de enfrentamiento esta madrugada del miércoles entre Magdalena y Cucurpe, en donde como siempre, quienes dieron la cara fueron policías estatales con la supervisión del secretario de Seguridad Pública, David Anaya Cooley.

Y tampoco López Obrador a abundado respecto a sus estupideces respecto a que está no es época de lujos y que los mexicanos debemos sujetarnos a la austeridad con un par de cambios de ropa, unos zapatos y ya, mientras él calza zapatos de marca cuyo costo es superior a los 20 mil pesos o se abriga con una gabardina cuyo valor en el mercado supera los 100 mil pesos, o simplemente los costos al mes por vivir en Palacio Nacional, así como su manutención, gastos en auxiliares y en ayudantes, se calcula en seis millones de pesos mensuales.