Hay Dios ¿cómo hacemos para sobrevivir en un país donde cohabita principal y particularmente el sospechosismo y el rumor como principal fuente de información?
Juana María Olguín
Hay Dios ¿cómo hacemos para sobrevivir en un país donde cohabita principal y particularmente el sospechosismo y el rumor como principal fuente de información? Además, por si fuera poco, la confrontación abierta que hay en el país, rivalidad tonta y ridícula que todos los días se encarga de aumentar el pastor desde palacio nacional. Así que la gente morirá de miedo más que por la cepa del coronavirus. Qué mal pero no hay forma de convencer a nadie de guardar calma y compostura.
Desde la lógica de gente inteligente, con suficiente bagaje cultural, el asunto de la pandemia por coronavirus tiene que ver con un nuevo orden mundial ¿Rusia y China al frente? Por lo pronto no deja de ser extraño, que mientras Estados Unidos reportó mil 281 casos confirmados, México apenas ¡tiene 12! Y Costa rica, país que cabría 38 veces en el nuestro, tiene muchos más enfermos.
¿Será porque nos hemos portado muy bien los mexicanos que el coronavirus apenas ha tocado a los habitantes aztecas? A propósito de las teorías conspiracionistas cuántos casos tiene Cuba, Venezuela y Nicaragua. Hagan cuentas y verán qué cosas tan curiosas.
Pero a propósito de miedo al coronavirus, válgame Dios para morirte es cuestión de que estés vivo, vean lo que pasó a trabajadores de Petróleos Mexicanos (PEMEX), en el estado bendecido desde palacio nacional (les condonaron deuda por electricidad y ahora tendrán tarifa especial), Tabasco. Resulta que han fallecido 5 personas que recibieron medicamento contaminado en el hospital Regional de esa paraestatal. Los muertos eran pacientes de hemodiálisis a los que se les suministró Heparina Sódica contaminada que se compró a un particular de dudosa reputación.
Que esto puede ser parte de la crisis de desabasto en medicinas que provocó el gobierno federal y quienes luego ante las emergencias, autorizaron las compras a cualquiera. Que los ahorros mentados fueron de un 5%. Una austeridad mal aplicada y sospechas de corrupción llevaron a autoridades, a adquirir productos de dudosa calidad y de proveedores de precaria reputación, con lo que se puso en riesgo tratamientos de pacientes y que costó sus vidas.
Impresionante las denuncias que a través de cartulinas hicieron estudiantes y ex alumnos de la secundaria, Manuel Robles Tovar, en la comunidad de Esperanza. “Tengo derecho a una vida sin etiquetas, yo no soy tu chiste” reza una de ellas, con lo que revelaron la violencia verbal que sufrieron los varones a manos del docente, Ramón y quien hoy funge como subdirector. Otras fueron: “a mi cuerpo le da asco tu mirada”; “ya no te vamos a dar un six por calificaciones”; “a una niña de 13 años no se le dice tú eres mi regalo”.
Los denunciantes alumnos y ex alumnos de la secundaria, marcharon desde la entrada de la comunidad hasta el plantel educativo para exigir el despido del funcionario de quien dijeron acosa sexualmente a las mujeres en tanto maltrata y humilla a los varones. Jesús Rosas, supervisor de Zona, aseguró que el docente señalado se encontraba fuera del plantel, incapacitado desde el miércoles. Con ese nivel de ofensa las autoridades deberán actuar rápido para “rescatar” al docente y enviarlo a hacer daño a otro lado, es lo que siempre se hace ¿Verdad mafia sindical?
Pero si por la víspera se saca el día, corre muy lenta la sangre por rumbos de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) ya que desde el lunes madres de familia del preescolar, María Teresa Pérez, de campo verde, colonia Solidaridad tomaron el plantel, el que hasta hoy jueves permanece cerrado. Los problemas son tantos, el peor: no hay conserje, el que hay está enfermo y las mamás tienen que hacer el aseo de la escuela. Tanta burocracia y al final, no hay respuestas. Ni hablar.