Cosas extraordinarias han ocurrido en las últimas horas en este país, resulta que el paquidermo con esclerosis múltiple en que se describe la burocracia de instituciones de procuración y administración de justicia, pues resulta que, si sabe rescatar víctimas de secuestro, hasta recupera bienes robados y autos

Juana María Olguín
Cosas extraordinarias han ocurrido en las últimas horas en este país, resulta que el paquidermo con esclerosis múltiple en que se describe la burocracia de instituciones de procuración y administración de justicia, pues resulta que, si sabe rescatar víctimas de secuestro, hasta recupera bienes robados y autos. También en cuestión de horas se sabe quién, cómo, cuándo y dónde buscar a depredadores sexuales que sustrae, tortura y asesinan a una pequeña de 7 años ¡Caramba! Hemos sido engañados por décadas ¡Si saben hacer las cosas guau! Pero ¿depende de quién sea la víctima? 0 que tan visible sea el atentado.
Se padece una burocracia insensible al dolor ajeno, son inmunes al sufrimiento de la sociedad que clama desesperada por asistencia, para salvarse del demonio que habita en su casa, pero terminan maltratadas y con ganas de no volver ¿para qué? Para ser humilladas y ofendidas ya tienen a su verdugo particular en sus hogares, ir a que un funcionario público te joda, no gracias.
No una ni dos veces presencié como personal de la agencia del ministerio público de violencia doméstica vejaba a las denunciantes y eso ocurre desde los tiempos del procurador, Miguel Ángel Cortéz Ibarra. No es noticia nueva la indiferencia con que se trata el degradante fenómeno. Ahora lo que más llama la atención es la secrecía de casos tan sonados como la desaparición de 4 menores en Guaymas, una mujer entre ellos, más otros tantos de niñas y adolescentes de las que nadie sabe qué pasó con ellas ¿Cuándo se usa alerta Amber? ¿En qué casos sí y en cuáles no amerita? ¿en razón de qué?
A nivel nacional y después de la total apatía y absoluto desprecio por la familia de Fátima, las autoridades reaccionaron de una manera jamás vista ¡Caramba saben buscar a depredadores sexuales y feminicidas! Claro todo después que el cuerpo de la niña de 7 años, fue localizado desnudo, torturado y vejado en una bolsa. No hay que repasar mucho la trágica historia de la menor quien en sus últimas horas de vida, fue entregada en su escuela a una mujer, misma que ahora se sabe fue quien la asfixió luego de que su cónyuge la torturó y abusó sexualmente.
Y se llama Fátima, Andrés Manuel López Obrador y no duele darle nombre a la depravación en la que se hunde su gobierno, el mismo que tiene tiempo y dinero para honrar al ejercito mexicano, como lo hizo ayer miércoles, en toda la facha, en todo el esplendor de la indiferencia al duelo que se respira y se vive no solo en la ciudad de México sino en todo el territorio mexicano. Homicidios que no le significan ninguna empatía o mínima sensibilidad al mandatario, a quien solo le falta acusar a la víctima de dejarse asesinar o matarse sola, nada más para perjudicar a su gobierno.
Así es y en el México real no en el inventado por el nuevo Dios sexenal, una adolescente de 17 años fue asesinada de un disparo en la cabeza en los Cimientos, Coyuca de Benítez, Guerrero, 10 horas antes del crimen la víctima denunció acoso sexual de policías cubiertos del rostro, a quienes llamó “chilangos”, en aparente referencia a federales procedentes de la Ciudad de México. El cuerpo fue encontrado en la entrada del poblado, tendido boca arriba. En ese estado donde nadie percibe la muerte de 10 campesinos, una niña más que para colmo es pobre, no implica nada.
Por eso y por mucho más el lunes 09 de marzo se invita a un paro nacional, convocado para protestar por la invisibilidad del fenómeno de la violencia contra las de mujeres. Así que es una oportunidad magnífica para desaparecer por voluntad propia.
Es una ironía que sean más del 50 por ciento de la población, madres del otro 50 por ciento y con todo y ello y sean invisibles para el Estado mexicano así que “si no nos ven”, entonces aprendan cómo sería el país sin mujeres. Al sordo hay que gritarle, al ciego hay que abrirle los ojos. Ya dije.