Quiero empezar por confesar que me he sentido ofendida en los últimos días

Juana María Olguín
Quiero empezar por confesar que me he sentido ofendida en los últimos días. He vivido horas en estatus de víctima por toda la difamación en contra del paro del próximo 9 de marzo. La verdad es que no entiendo la posición de aquellos que se han declarado “políticamente correctos”, luego de los destrozos causados en el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) ¿cuánto pueden costar los muebles de piel que tenía la presidencia de esa institución? Sabes cuánto se han pisoteado los derechos de ciudadanos en ese edificio ¿al amparo de qué? Que no le rinden cuentas a nadie.
Pueden cometer la peor de las aberraciones en materia de derecho penal, familiar y patrimonial ¿y qué hace la víctima para defenderse? Nada, no puede hacer nada que no sea atragantarse de dolor, enfermar y morir. Ah, pero las mujeres se ofenden porque se rompieron unos muebles, se quemaron algunos papeles, se tiraron algunos finísimos jarrones y su tierra y sus plantas. Los que ya compraron de oro y plata, unas cuantas horas después de la furia del domingo ¿Y? Las infamias en contra de los sonorenses se siguen cocinando allí dentro, a fuego lento para que duelan más.
La gente simple y ridícula suplica que por favor no atenten contra las iglesias ¿porqué te importan esos edificios? Allí no está Dios y en esas instituciones se han fraguado verdaderos atentados contra la niñez sonorense y se ha protegido a sacerdotes pederastas, uno de ellos asesor plenipotenciario de Guillermo Padrés. Sé que la policía municipal lo agarró en acto sexual con un menor en San Pedro, hechos que jamás fueron denunciados y menos castigados. Por eso lo iban a mandar el año pasado a la iglesia de esa comunidad rural.
Las mujeres violentas no me representan dicen las finas personas ¡políticamente correctas! Deben creer que cuando violan a una niña el depredador le dice: “con permiso te voy a abrir las piernitas y te voy a penetrar despacito, con ternura”. Así ha de ser con buenos modos. Cuando además las matan debe ser algo como: “te voy a enterrar un cuchillito aquí y allá, pero no es para hacerte daño eh”. Cuando les disparan, también debe ser un acto de amor puro. Luego el sistema de procuración de justicia los exonera o casi cuando clasifica lesiones de menos de 15 días en sanar.
Los que ahora se ofenden ante la conducta “violenta” de las mujeres del pasado domingo, jamás defendieron a la niña violada en la costa de Hermosillo que quedó embarazada y que los funcionarios del gobierno ignoraron. Primero para atenderla del ataque, dos aplicarle medicamento para enfermedades de transmisión sexual y el elemental, para evitar que quedara en gestación. La privaron de todos sus derechos ¿de que me hablan gente agraviada por unas cuantas cosas rotas?
En una guerra intestinal como la que se vive en este país, la verdad es lo primero que se pierde, incluso tiene precio. Así que ahora luego de todo el estiércol que ha merecido el paro del próximo 9 de marzo, me queda la esperanza, que el esfuerzo que se hecho para denostar el plan, más todo lo que se ha vomitado por los actos de protesta en el STJ, sirva de algo, que signifique algo en la consciencia del enemigo común que tenemos todos: el Estado mexicano.
Oh por cierto ¿Investigan intento de secuestro de alumna del ITH? ¿Para qué verdad? No hagan nada autoridades no vaya a ser que se ofenda la sociedad “políticamente correcta”, hay que esperar que la desgracia se haga visible, Además, ya dijo Andrés Manuel López Obrador que de 85 asesinados ayer martes apenas el 12 por ciento es de mujeres, hay no, perdimos ¿Y ahora? Ah ya sé matémonos solas. Y el aparato de propaganda sigue desprestigiando, con toda clase de calumnias, que la gente idiota comparte sí señor, en este gobierno de un solo hombre y machista el cabrón.