Un menor de trece años, Heriberto García es una de las víctimas del accidente ocurrido en pueblo Vícam el pasado marte a las 10 horas, donde perdieron la vida 8 y más de 30 resultaron heridos, luego que el conductor del camión con trabajadores agrícolas se atravesó al tren

Juana María Olguín
Un menor de trece años, Heriberto García es una de las víctimas del accidente ocurrido en pueblo Vícam el pasado marte a las 10 horas, donde perdieron la vida 8 y más de 30 resultaron heridos, luego que el conductor del camión con trabajadores agrícolas se atravesó al tren. La familia del pequeño, en situación crítica clama por ayuda económica para paliar la sobrevivencia de todos ellos, ya que los padres están junto al niño que se encuentra grave, por consecuencia no pueden trabajar.
Dioses del olimpo, como un pequeño de 13 años, va a abandonar la escuela, su proyecto de vida para ir por de un salario de jornalero, esto es más frecuente de lo que quisiéramos aceptar. Ahora el niño que iba contento a conseguir algo de capital para ayudara su familia, se debate entre la vida y la muerte. El accidente sobrevino el que sería el primer día de trabajo de esas personas, 8 de las cuales murieron antes de llegar a ese que seguro era un deseado empleo.
Ya que ando con los niños les digo que hay accidentes que son de no creerse, pero aquí están:
Cómo es posible que un menor de cuatro años de edad, sufriera quemaduras de segundo grado en el rostro al ser rociado de gasolina por otros chiquillos en la colonia Solidaridad. El martes alrededor de las 11:30 horas, se supo que en el Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES), había un infante con quemaduras en el 9% de su cuerpo.
¿Jugaban? ¿cuándo uno de ellos le arrojó gasolina a la cara luego le prendió fuego? Es inconcebible la despreocupación de los padres con sus hijos. Allá andaban todos en la casa de un vecino y hasta que la madre oyó los gritos de sus hijas, salió a ver que había ocurrido. Se reporta delicado de salud.
Desde el pasado 31 de diciembre vecinos reportaron un vehículo abandonado en Paseo de La Rivera, entre Paseo de Los Jardines y Paseo del Parque en la colonia Valle Grande ¿adivinan? Le importó pito al 911 quienes no enviaron o no verificaron que alguien acudiera a atender la solicitud de ayuda. Hasta ayer miércoles fueron y encontraron a una mujer muerta. Con signos de violencia quien tenía entre sus manos unas tijeras. Sin duda que este caso pone de relieve la importancia que dan las autoridades a las denuncias ciudadanas.
Por supuesto que ahora es imposible no imaginar si de haber acudido las autoridades a atender la queja, hubieran dado auxilio a la dama que quizá se desangró ¿en cuántas horas? ¿Qué quedó gravemente herida, pero murió en días siguientes? Su cuerpo estaba en descomposición ¿con estas temperaturas tan bajas?
Hace una semana que en la colonia Palo Verde sufren de una laguna de aguas negras, que es tremenda alberca con una profundidad de 20 centímetros, en calles Octava, entre Benito Juárez y Privada del Pozo. Varias veces llamaron para hacer el reporte, pero que nomás no, no han obtenido una respuesta favorable.
Estas fugas de drenaje son tan complicadas. Representan un grave problema de salud para la comunidad que las padece a un lado de su casa y que por ende le provoca comer, respirar, vivir junto a la peste nauseabunda. Los carros arrastran toda la porquería inmunda en sus llantas y la esparcen por aquí y por allá.
¿Cuánto más ocupan señores del ayuntamiento para evitarle esa tortura a los vecinos de mi colonia favorita? Esta mañana hablé de la enfermedad que crece y abruma a las personas, derivado de un acto de abandono, traición, indiferencia, pero aparte de eso no hay más, es todo lo que reciban de las autoridades. Ojalá que los seres humanos dejen de confiar tanto en individuos, partidos políticos.