¿Es el mismo comando de hombres fuertemente armado el que se estacionó por fuera de la Universidad de Sonora, unidad Nogales? Si es una información falsa, como presumiblemente dirán, entonces habría que decir que es toda una industria bien aceitada eso de hacer audios para llorar, gritar, sollozar y relatar hechos traumáticos que recién les ha ocurrido. Y si es un caso real, un evento que sucedió ¿Por qué lo niegan?

Juana María Olguín
¿Es el mismo comando de hombres fuertemente armado el que se estacionó por fuera de la Universidad de Sonora, unidad Nogales? Si es una información falsa, como presumiblemente dirán, entonces habría que decir que es toda una industria bien aceitada eso de hacer audios para llorar, gritar, sollozar y relatar hechos traumáticos que recién les ha ocurrido. Y si es un caso real, un evento que sucedió ¿Por qué lo niegan?
Que fue alrededor de las 20 horas del miércoles cuando la sede de esa casa de estudios en la frontera quedó anegada en su frente de unidades con hombres armados. Toda la información fluyo por redes sociales y por teléfono. Ninguna autoridad de seguridad pública se dio por enterada y menos se asomaron al lugar haber de qué se trataba. La psicosis abunda y más cuando parece que no hay nadie a cargo en las ciudades ¿así cómo?
La inseguridad cobra muchas víctimas por estos días, es decir además de la comisión del delito, real y fehaciente, hay una manifiesta actitud de ofendidos y ofendidas. Por nada ya se dan por ultrajados y a la vez hacen sus videos, graban audios para que todos se enteren de su drama. No hago juicio, en realidad quisiera invocar, convocar a la reflexión ¿Si me dicen un piropo, un comentario lindo, viniendo de un hombre es en automático agresión?
El miércoles esperaba ser atendida en una empresa y de pronto un joven empieza a descargar y dejaba caer en el piso cajas, me pareció un acto torpe, hice el comentario sobre la rudeza innecesaria y un buen hombre respondió: “no sabemos que, día ha tenido, veamos si al resto de la carga le da el mismo trato”. Con excelente modo me recordó el principio de no juzgar. Lo siguiente es que se vuelve afectivo y me hace saber que en todo el día no había visto a una mujer como yo. Además del punto de inflexión al que me invitó a ir, a ser generosa con los otros, me dedicó un poco de afecto.
¿Me debí sulfurar, enojarme, ofenderme porque alabó mi estilo? Usó la palabra “personalidad”. Yo agradecí el gesto, su amabilidad y luego cada quien volvimos a nuestros mundos. Solo expongo un momento de ternura que a todos nos hace falta siempre. No vivan ofendidos gente, es enfermizo.
Para volver a la esquizofrenia mundial, con el mentado corona virus que ha cobrados cientos de víctimas y mantiene a miles enfermos, en varios países de la zona ya hay contagiados y por acá cerca Estados Unidos y Canadá ya tiene los suyos. Solo quiero invitarles una sopa de murciélago, de rata o víbora. Claro sin faltar un bistec de perro ¿se antoja? Son sus usos y costumbres. Como a ellos, debe sorprenderles que acá se coman toda la vaca, el cerdo, grillos, chapulines, etcétera.
Bueno se cree que el brote de coronavirus pudiera haber sido provocado por el consumo de sopa de murciélago, platillo considerado un manjar. Es como pedir una langosta. Cierto China es tanto de tanto, pero el mundo quedó anonadado cuando el gigante asiático declaró que en 10 días terminará un hospital al que se unirá otro más grande, que se prevé quede listo el próximo 5 de febrero.
En México se declararon listos para enfrentar la emergencia sanitaria y seguro que hasta el más serio de los aztecas se destornillo de la risa, esto llega en un momento de crisis profunda que deriva de la incapacidad del gobierno para operar el sistema de salud y las enfermedades mortales que ya acosan a la población, no se detienen porque hay cambio de administración. Qué están listos dijeron muy ufanos. La maravillosa noticia es que acá no habrá nada, ya bastante tiene este pueblo con lidiar con estas cargas burocráticas ineptas que solo son eso, pesados lastres, como para que todavía Don coronavirus quiera aparecer. Sí se que nos tendrá compasión.