Antes el presupuesto era para Gordillo, ahora a la CNTE ¿a la niñez cuándo?

HomeDiga que yo lo dije

Antes el presupuesto era para Gordillo, ahora a la CNTE ¿a la niñez cuándo?

En una guerra como la que se padece en México lo primero que se pierde es la verdad. Con una batalla intestinal que el gobierno niega que exista pero que todos ven y sufren es aquí donde suceden eventos que son insostenibles, difíciles de creer y de entender

¿Alcalde de Morena robó 15 millones de pesos? ¿No son santos?
Funcionarios de seguridad pública en Hermosillo ¿no saben contar?
Un menor de 14 años murió atropellado ¿no es prioridad el peatón?

Juana María Olguín

En una guerra como la que se padece en México lo primero que se pierde es la verdad. Con una batalla intestinal que el gobierno niega que exista pero que todos ven y sufren es aquí donde suceden eventos que son insostenibles, difíciles de creer y de entender. Cómo es posible que haya ocurrido una ejecución extrajudicial, donde 8 personas perdieron la vida en Nuevo Laredo, Tamaulipas, evento que los “nuevos dueños” de la nación quieren volver invisible.

Y se puede recorrer las distintas regiones del país y en todos lados ocurren desgracias, unas peores que otras, pero no hay nada que advierta que las cosas mejorarán. La horrible y dantesca historia detrás de la ejecución de 8 seres humanos, a cada paso se torna más gris, más oscura. En un intento del Estado mexicano de linchamiento público, exhibieron imágenes que las víctimas y familiares de éstos publicaron en redes sociales y así justifican el fusilamiento ¿Cómo no si eran delincuentes?

El pasado fin de semana los agentes estatales, que son investigados por estos hechos ocurridos el 5 de septiembre, escribieron al gobernador, Francisco Javier Cabeza de Vaca para exigirle que aclare las cosas y asuma responsabilidad de a quien les puso de jefe. Jesús del Huerto, que espanto de autoridades, que terror de quienes ocupan los cargos en el gobierno. El problema es que son historias de horror que se replican en cada entidad. Y la autoridad federal, bien gracias ¿y ustedes? 

Antes como antes y ahora, como ahora. Durante toda la era priista que duró demasiado la educación fue puesta en manos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a dónde un día llegó Elba Esther Gordillo y de allí todos los mexicanos saben lo que hizo, enriquecerse, mientras en las escuelas la pobreza crecía no solo en lo físico. Los gobiernos del PAN llegaron y se pusieron de petate de la doña ¡Cómo se atreverían a molestar a semejante demonio! Querían la fiesta en paz y se hicieron íntimos de la poderosa dama. 

Enrique Peña Nieto, anda disfrazado ahora, como durante todo su sexenio. E hizo como que defenestraría a la poderosa mujer y lo que más urgía, que le decomisara todo lo robado, nada, se lo dejó intacto su millonario patrimonio.  

Ahora la actual administración ha pactado dejar el presupuesto de la educación en manos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), este jueves la cámara de diputados aprobó con 285 votos a favor y 128 en contra el dictamen que expide la Ley General de Educación. Así a través de este mamotreto legislativo, se escribe ese camino que ha decidido  tomado el dueño absoluto del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)

Las leyes secundarias de la reforma educativa no se decidieron en el Congreso de la Unión, sino en Palacio Nacional, en una negociación entre Andrés Manuel López Obrador y la CNTE y la bancada de Morena es la bancada del presidente, una relación simbiótica entre Ejecutivo y Legislativo. Ellos son los diputados son hoy lo que tanto criticaron en el pasado: borregos, levanta dedos. Ops.

¿Cómo que detuvieron al asesino intelectual del diputado electo, Eduardo Castro Luque, Manuel Alberto Fernández Félix y que hasta le dictaron auto de formal prisión? ¿Y ratifican que la razón de matarlo fue por el cargo de legislador? Era un melodrama malísimo que se inventó la fiscalía de Guillermo Padrés, cómo que se lo traga la actual administración de procuración de justicia. Ya no hay moral en este país, tampoco en Sonora. Me rindo vida amada y querida. Basta.