Hasta en "las mejores familias" hay secretos guardados que siguen lastimando nuestro linaje, causando enfermedades, patrones de conducta repetitivos y situaciones que parece no entendemos y no es más que la mala herencia de seguir escondiendo la verdad
Hasta en «las mejores familias» hay secretos guardados que siguen lastimando nuestro linaje, causando enfermedades, patrones de conducta repetitivos y situaciones que parece no entendemos y no es más que la mala herencia de seguir escondiendo la verdad.
Es momento de airear este cúmulo de informaciones escondidas que tienden a la putrefacción, no para encontrar culpables, no para victimizarse no para querer hacer «justicia» pues en el plan divino: Todo es Perfecto.
Aquí y ahora como mujer me asumo a mí misma como el eslabón que rompe la cadena con amor y respeto al proceso de todos mis ancestros, libero, destapo y dejo fluir todos esos secretos que a veces por una lealtad mal entendida, por miedo a confrontar, por ese absurdo «del qué dirán» se guardan generación tras generación causando daños profundos en las nuevas generaciones.
Cuesta mucho, porque duele, afrontar que en nuestras familias existen o existieron asesinos, violadores y violados, abortos, infidelidades, adopciones, cárcel, enfermedades mentales, suicidios, herencias robadas, adicciones, abandono, desvalorización, desamor etc… Pero si tomamos conciencia de que somos los mismos repitiéndonos hasta que no sanemos esas heridas se seguirán presentando y la única forma de sanarlo es dándole luz a los hechos recuperando la verdad.
Me declaro en libertad de no ser cómplice de un linaje turbio, le doy luz a mi árbol genealógico … curo y sano todo lo que mi linaje no se ha atrevido a decir, a escuchar y a mirar.
Yo merezco ser libre y mi hijo también así que aquí y ahora nos liberamos de las pesadas cargas que otros no se atreven a enfrentar, somos sanos y plenos, amorosos y conscientes y perdonamos con compasión la inconsciencia de todos los que nos han precedido.
Tomado del perfil Ana Sánchez
¿Cuántos años te has pasado pensando en tus kilos, tu edad, tu necesidad de dinero, tu falta de ejercicio o la necesidad de aprender otro idioma? no dudo que en algún momento te haya funcionado proponerte bajar de peso, hacer ejercicio, administrar mejor tu dinero o por fin aprender a hablar inglés. Ninguno de estos propósitos es malo, sólo que ya es otra cosa; no es un típico año nuevo, este es un monumental año para ser completamente tú, dejando atrás los temores que vienes cargando desde hace muchos años.
Te sugiero “Transformar” tus propósitos y liberarte de la necesidad de encajar, porque tú ya eres valioso y esencial para la Vida, desde antes de llegar aquí.
Más allá de pretender “Bajar de peso” mejor: reconcíliate con tu cuerpo, dile que le amas y pídele perdón por todo lo que le has criticado y hasta despreciado. Ve todo lo que tu cuerpo hace por ti y siéntete agradecido cada día.
Más allá de pretender verte más joven: aprecia tu edad como un privilegio que muchos no llegaron a conocer porque se fueron antes que tú. Abraza tu experiencia de los años, asume que cada día eres más sabio y amoroso, elige ser más interesante con el tiempo.
Más allá de pensar en la carencia de dinero: agradece todo el dinero que ha pasado por tus manos y con el cual te has vestido, has viajado, te has alimentado y has disfrutado de tantas cosas. La prosperidad no es algo que llega sino algo con lo que te conectas agradeciendo lo que ya tienes.
Más allá de pretender hablar un nuevo idioma: cuida cómo te hablas a ti. Hazte consciente de tu diálogo interior, de cambiar del papel de víctima por la dignidad que mereces como persona y de elegir mejor los temas de los que hablas, ya no ser parte del temor y el odio, sino de la Paz y el Amor.
Ya no se conforme con egos humanos; se humano. Los que tienen Alma, Espíritu, Poder interior. Los que se aman como son y no juzgan a nadie. Así, este ciclo puede cumplirte todo lo que anheles, si primero te transformas tú, pasando del ego temeroso al SER amoroso que está hecho a imagen y semejanza de nuestro creador.
¡Feliz transformación!