HomeAlberto Vizcarra

La alcaldesa de Hermosillo revive los métodos de Padrés

Los sonorenses no olvidan que el ex gobernador Guillermo Padrés, utilizó todo tipo de ilegalidades para empujar la imposición del Acueducto Independencia e incluso recurrió a métodos de terror

La histeria contra Bartlett
¿Será arrastrado México a la geopolítica de la OTAN global?
El costo de no hacer pruebas

Por Alberto Vizcarra Ozuna

Los sonorenses no olvidan que el ex gobernador Guillermo Padrés, utilizó todo tipo de ilegalidades para empujar la imposición del Acueducto Independencia e incluso recurrió a métodos de terror. Indujo artificialmente el desabasto de agua en algunas colonias populares de Hermosillo, con el fin de propiciar una tensión social que le sirviera de justificante para encubrir todo el conjunto de atropellos y corruptelas realizadas en torno a la construcción de la obra. 

Parecería que la alcaldesa de Hermosillo, Célida López, resultó buena alumna del ex gobernador, y vuelve a replicar estas prácticas aplicándole el tandeo en el suministro de agua potable a algunas colonias de la ciudad capital, al mismo tiempo que demanda la construcción de lo que da en llamar el acuaférico, iniciado en el gobierno de Padrés, bajo el nombre de Ramal Norte, proyecto que es una extensión del ilegal Acueducto Independencia y se propone abastecer de agua a los grande desarrollos inmobiliarios de conocidos grupos privados de la ciudad capital.

El ahora acuaférico y antes Ramal Norte, fue suspendido por carecer de Manifiesto de Impacto Ambiental, condición en la que también se encuentra el Acueducto Independencia, situación que tanto CONAGUA como SEMEARNAT, siguen consintiendo en violación a disposiciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en obediencia a la inercia de corrupción y tráfico de influencias que, en este caso, caracterizaron a las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La burocracia de estas dependencias no toma la responsabilidad administrativa para restablecer la legalidad y el Estado de Derecho. Caminan en dirección opuesta a lo que todos los días pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La alcaldesa Célida López, no tiene empacho en reconocer que Hermosillo cuenta con el agua suficiente para abastecer el consumo humano de un millón de habitantes, sin utilizar el agua proveniente del Acueducto Independencia. Es evidente entonces que  se proyecta una mega metrópoli concentradora de servicios y de grandes negocios con una tasa exponencial de crecimiento que convierta a Hermosillo en una ciudad obesa a costa del desarrollo equilibrado de las demás regiones del estado y causando una severa afectación a la Tribu Yaqui. Por eso presionan desesperadamente a López Obrador para que consienta la ilegalidad aprobando inversiones en el mencionado acuaférico.

Si hay alguien que pueda aconsejar a la alcaldesa de Hermosillo, le debería de decir que no siga los pasos de Guillermo Padrés. Que no existe ningún acuerdo, como lo presume, entre la CONAGUA y los productores del Valle del Yaqui que legitime el trasvase de ningún volumen de agua de la Cuenca del Río Yaqui a la Cuenca del Río Sonora. Lo que existe son procesos judiciales y exigencias para que las dependencias federales respeten las resoluciones jurídicas que ordenan la suspensión de la operación del Acueducto Independencia.

Sonora no ocupa el resurgimiento de la división. Ocupamos la unificación en torno a una política de gestión de más agua con el proyecto de la desaladora Guaymas- Empalme- Hermosillo y levantar la mirada hacia aquellas grandes obras de infraestructura como el Plan Hidráulico del Noroeste, (PLHINO).