Negociazo en las escuelas explotar ego paterno ¡con las reinas y reyes!

Juana María Olguín

Otra vez, pero que caramba, se armó la gorda esta mañana en la ciudad capital, con el bloqueo al centro pernocta de Sictuhsa, por parte de un grupo de choferes y concesionarios del transporte público. La población quedo abandonada a su suerte. Sabe cómo le harían para llegar a sus respectivos destinos los usuarios, estudiantes, trabajadores. Justo este lunes en que debió iniciar una nueva era del servicio y solo hubo, lo de siempre: abuso y maltrato.

Lo frustrante del tema del transporte púbico es que cada administración estatal le ha invertido cuantiosas sumas de dinero y para quedar donde mismo o peor. Recuerdo en la época de Armando López Nogales que reunió a los concesionarios que encabezaba, Catarino Sarabia Coronel y ante ellos anunció  multimillonaria inversión  para “beneficio” de los usuarios bla bla bla. Se acabó el show y el dirigente se quedó sentado, demudado, lo llamaron a testificar una farsa. Una más.

Por supuesto que  las mejoras nunca se vieron. Peor, había empresarios de otros giros que se sobaban las manos de gusto y placer porque esos multimillonarios recursos públicos se gastaron a nombre del transporte público pero se tranzaron y dirigieron a otros destinos. Que hable Catarino Sarabia, recientemente resucitado a que nivel de corrupción se prestó. Y seguimos en la misma y fregada ruina en el servicio.

Quien quiso hacer algo extraordinario con el transporte fue Eduardo Bours quien dicho por los propios concesionarios, les trato de enseñar como funcionar como empresa para que florecieran como sector, solo que los protegió y financió tanto, que los hizo mañosos o le salieron malos hijos, que no entendieron ni aprendieron nada y se quedaron mal acostumbrados a la abundancia en que los inundó ese gobernante y luego llegó Guillermo Padrés quien se apropió de aquella excelente línea que era multirrutas.

Lo más increíble es que se apropió de la línea multirrutas para probar el tamaño de ganancias que dejaba una unidad y le fue tan re bien que todavía la tiene, a través de prestanombres por supuesto. Ah que desgracia y ahora los concesionarios quieren indemnizaciones de millón de pesos por cada título, pero el gobierno ratificó no les deben nada. A la toma de instalaciones se agregaron los choferes que nomás se cruzan de una denominación social a otra y pierden sus antigüedades y derechos laborales.

En otro lamentable asunto, un menos de 16 años fue asesinado en el poblado Miguel Alemán frente a la que era su casa, luego de una riña de pandillas. Es una tragedia grande, gigante que los seres humanos peleen por tantas idioteces irrelevantes. Pero mientras estos niveles de inseguridad sigan así, la muerte tendrá permiso. Sin policías a la vista.

Robaron en la Universidad de Sonora, un solo sujeto ingresó a 8 oficinas del edificio de rectoría. Inadmisible que algo así suceda con la obesa burocracia que hay en el área de seguridad. Luego un manto de impunidad cubrirá este hecho, como otros cientos que se suceden al interior de esa casa de estudios, como el asalto, los robos, además de amplio espacio para que se escondan ladrones después de cometer delitos afuera de ese recinto.   

Qué negociazo en las escuelas explotar el ego paterno ¡con los eventos de reinas y reyes! Y ni hablar porque lo mismo es en preescolar que en las universidades y los padres gasta hasta lo que no tienen para que sus vástagos luzcan como los más bellos. Los cobros en los planteles para inscribirlos en la farsa de concurso son una blasfemia, un abuso. A la hora de la coronación son todos los pequeños del jardín de niños. O sea les vendieron los títulos a todo el que los quiso comprar, ni hablar pues y de aquí en adelante eso veremos hasta en la sopa.