La impunidad que lamentablemente existe en México en toda la procuración de justicia ha dado pie a esta nueva modalidad de venganzas palaciegas, que van desde la acusación en redes sociales hasta el asesinato puro y llano, que luego, éste último se mimetiza con los otros crímenes de la delincuencia organizada más la desorganizada

Juana María Olguín
La impunidad que lamentablemente existe en México en toda la procuración de justicia ha dado pie a esta nueva modalidad de venganzas palaciegas, que van desde la acusación en redes sociales hasta el asesinato puro y llano, que luego, éste último se mimetiza con los otros crímenes de la delincuencia organizada más la desorganizada. El acoso sexual que se padece en todos los ámbitos de la vida, e invisible para las autoridades ahora cobra factura a través de denuncias anónimas, que se propagan a la velocidad de la luz. Qué lástima una forma de violencia que llegó para quedarse.
Debemos llamar a esa denuncia anónima vía redes sociales de acoso sexual, una lamentable venganza, la misma que puede venir de cualquier frente, desde las entrañas enfermas de cualquiera. Hombre o mujer que quiere cobrar factura, todo se vale, mientras la procuración de justicia siga en el mismo nivel de ineptitud, de indiferencia ante la desgracia de las víctimas.
Vaya locura, resulta que los padres que recibían servicios de guardería gracias a un subsidio de la secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) el que eliminó el actual gobierno federal, el que presuntamente se restableció, pero que no incluyó a los sonorenses, pues ¿qué creen? Que ya empezó la afiliación a las trabajadoras domésticas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que en su plan piloto incluye varios estados, con la pena pero también excluye a esta divina tierra.
Por cierto que el dichoso plan de la actual administración de IMSS para personal doméstico no se termina de entender cómo funcionará y en el bolsillo de quién repercutirá, porque alguien lo tiene que pagar eso es obvio. Pero por lo pronto resulta inadmisible que en dos programas anunciados con bombo y platillo por el gobierno federal no haya tales beneficios para los habitantes de esta entidad ¿A quién hay que dar las gracias por el desprecio? Al jefe del ejecutivo federal.
Para colmo de males, el IMSS no soporta la carga onerosa que tiene ahora mismo con los derechohabientes y así en estas mismas condiciones le montarán miles o millones de más pacientes. Como ejemplo les pongo, el edificio de esa institución en la calle 12, Costa de Hermosillo, se creó en 1970 está igualita la infraestructura y la consulta multiplicada ¿por miles? Apenas si te ve el personal médico, receta a ciegas. No puede con esa carga que lo fatiga y enferma ¿entonces?
De pena ajena la forma violenta en que el alcalde de Ahome, Sinaloa, Manuel Guillermo Chapman, cuestionó a una profesora porque una de sus alumnas esta pasada de peso. Frente a toda la clase y personal de la escuela: sin más le soltó a la docente, luego de llamar a la pequeña e interrogarla por sus hábitos alimenticios: “¿cuál es el problema de esta niña? Esta niña tiene una obesidad espantosa”, vomitó encima de la pequeña.
Este señor es un empresario de toda la vida, que inició actividad política en el PRI y ahora es uno de tantos que trepanó al poder con Andrés Manuel López Obrador, pero el pobrecito no enchufa el cerebro antes de hablar. Crónicas de otros ataques de soberbia refieren que un día entró a un salón de clases y preguntó a los alumnos si lo conocían, los niños respondieron que no y el hombre enloqueció. Ahora hay un escándalo porque la nena no quiere volver a la escuela ¡Pobrecita!
Y la pésima noticia, estalló la huelga en la Universidad de Sonora, sabe que creerán los sindicalizado que ocurrirá para que aparezca el presupuesto multimillonario que se requiere para complacer las exigencias de los dos sindicatos. Las pérdidas son cuantiosísimas para la comunidad académica. Y es una desgracia que los propios miembros de esa institución no lo perciban y menos les importe.