¿Cuándo dejará la fiscalía de ensuciar la memoria de los muertos?

Juana María Olguín

Esto es ser congruente.  Resulta que la directora del Programa de Estancias infantiles de la Secretaría del Bienestar, Clara Torres Armendáriz, renunció a su cargo luego de los ajustes que el Gobierno Federal realizó. La ahora ex funcionaria se negó a aceptar las aberraciones que se cometen y decidió abandonar el cargo. Es la primera abdicación de la administración actual y derivado de la forma insolente y abusiva con que se trata este importante rubro.

Como deben estar enterados a estas alturas de la vida,  el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha declarado una guerra en contra del derecho legítimo de los padres que trabajan a dejar a sus hijos en espacios seguros, dignos y donde les ayuden a crecer en forma armoniosa. Es ofensiva la idea torcida que el titular del poder ejecutivo tiene sobre el particular y peor aún que bajo el argumento de que hallaron corrupción en el sistema se estigmatice a todas las estancias y a todos los que se dedican a esas nobles tareas.

Esta mañana veo que los Morena no son mejores que los otros partidos, quienes ya en el poder se asumen dioses todopoderosos y sus palabras son las únicas que valen ah, y para colmo han echado a andar una campaña de desprestigio contra las guarderías, hoy salen con una historia de que en una estancia amarraban a los pequeños. Por supuesto que tiene que haber de todo, malos, buenos  prestadores, máxime cuando la autoridad responsable no se disciplina y los vigila, que para eso están. 

Hasta ahora es decepcionante la forma en que actúa López Obrador, quien pretende combatir la corrupción perjudicando a la sociedad, la que fue víctima en el pasado y ahora otra vez lo es, pero de ahora de otros individuos, ordinarios y obtusos que no se tientan el corazón para perjudicar a la gente que trabaja y los mantiene a la bola de traidores.

En otro asunto, en otra  lamentable área donde el estado mexicano queda a deber es en el de la violencia descarnada que este amanecer de lunes dejó 7 muertos, 3 heridos, 4 carros baleados en san José de Bácum y falta que terminen de ver que más cosas hay debajo de las aguas de ríos, de presas, en los maceteros, en los jardines y en los montes de la sierra. Un fin de semana virulento en varias partes del país, la suma de cadáveres no la quiero imaginar, debe ser de cientos ¿y qué hacen las autoridades? Esperar que el otro nivel de gobierno haga algo.

Además este fin de semana hubo un muy lamentable ataque armado contra dos personas, ni siquiera abonaré la profesión de ellos, el saldo: un muerto y otro gravemente herido. Los hechos ocurrieron a escasos metros de la procuraduría de justicia del estado, nadie de esa institución notó nada, observó la presencia sospechosa. Para colmo de males salen a decir que la agresión sucedió porque uno de los tripulantes de la unidad agredida, tenía vínculos familiares con gente en “malos pasos”.

Estos dichos tan recurrentes de las procuradurías, de exhibir los expedientes de las personas acribilladas ¿se vale? En este caso pueden ¿especular  una posibilidad del porqué recibieron esa lluvia de balas? Tener un pariente metido en actos ilícitos es un argumento sólido de  la autoridad para casi justificar que hayan matado a uno y a otro lo hayan dejado con demasiadas heridas en el cuerpo que lo mantienen estado grave.

Es la autoridad encargada de procurar justicia la segunda que comete delitos ante el cuerpo sin vida de un ser humano, cuando lo defenestra, lo enjarra de excremento. Hace eso ¿por qué puede? ¿Por qué les da la gana? ¿Para lavarse las manos no importa que sea en sangre? Algo debe cambiar y con urgencia porque es demasiado cinismo y en la palabrería que exhibe la institución rectora denota demasiado, menos ética y misericordia ¿Esto es todo lo que pueden hacer?