Siete niños murieron calcinados en Iztapalapa, Ciudad de México, 5 eran hermanos, los otros dos primos. Además de la sangre los inocentes compartieron las mismas desgracias: tener padres drogadictos, ser pobres. Y haber sido durante su corta vida, invisibles ante las autoridades, pese al llamado de los vecinos quienes una y otra vez clamaron al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) a que concurriera a la choza donde habitaban para que los ayudaran. Jamás se molestaron, tenían que atender otras prioridades y que los niños se jodieran. Listo ya está
Juana María Olguín
Siete niños murieron calcinados en Iztapalapa, Ciudad de México, 5 eran hermanos, los otros dos primos. Además de la sangre los inocentes compartieron las mismas desgracias: tener padres drogadictos, ser pobres. Y haber sido durante su corta vida, invisibles ante las autoridades, pese al llamado de los vecinos quienes una y otra vez clamaron al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) a que concurriera a la choza donde habitaban para que los ayudaran. Jamás se molestaron, tenían que atender otras prioridades y que los niños se jodieran. Listo ya está.
Los menores quedaron completamente calcinados. En el lugar falleció Miguel Ángel, de 13 años; Lisa Marlene de 9; Adriana de 6; Jimena, de 4. Diego y Óscar de tan solo 2 años. Al principio se creyó que el incendio se originó por un árbol de Navidad o por una fogata que los niños hubieran hecho, pero un poco después se supo que fue provocado. Vecinas en medio del llanto dijeron a periodistas que la abuela, sacaba a las niñas de 9, 6 y 4 para venderlas a un hombre por 10 pesos. Las prostituía.
Los niños no son visibles para el gobierno, hasta que terminan muertos, tirados como cosa desechable, hasta entonces aparecen para hablar idioteces: haremos justicia dicen con todo cinismo, no hay cómo, salvo que pudieran resucitarlos y pedirles perdón por tantas negligencia, de los padres, luego de ellos mismos.
Qué manera de saquear a Petróleos Mexicanos (Pemex), es un descaro brutal la forma en que se robaron 600 pipas diarias, por años. Lo que se traduce en los precios altísimos que se paga por las gasolinas. Los números no dejan lugar a dudas, hubo una actividad de delincuencia organizada dentro de la paraestatal y afuera. Entre rateros te veas, así que los de adentro se apoderaron de más del 70 por ciento del producto, el restante se succionó de los oleoductos.
El colmo es que primero, Andrés Manuel López Obrador, confirma lo que cualquier mexicano con dos dedos de frente sabía, que el robo en la petrolera tenía como principal responsable a Enrique Peña Nieto y su compinche mayor, Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato de Pemex ah y luego ya que provocó la neurosis en la sociedad, por el bestial saqueo, avisa que no perseguirá a los delincuentes y responsables del atraco oficial.
Este miércoles López Obrador sostuvo que 40 centavos por año aumentará la gasolina, ojo, pero el incremento es por el nivel de inflación así que no se lo coman tan fácil, hay trampa, hay mañosada en esto. Además la idea generalizada es que habría disminución en el costo de este insumo ¿qué no?
Por alguna buena razón, sensatez mínima y elemental del sistema judicial no salió en libertad, Guillermo Padrés. Este hombre que representa la porquería mayúscula del poder político que hace y deshace y no les pasa nada; del corrupto que va de una clase media a una incalculable riqueza y queda impune, todos lo hacen, dice la “opinión social”. Por lo pronto creo que hay esperanza de que este señor siga donde esta y donde se debe quedar hasta que regrese todo lo que se robó y asuma responsabilidad, para que a la par denuncie a sus principales socios y beneficiarios de su administración. De verdad, por favor espero que sí.
Finalmente detuvieran a Bernardo Campillo en Ciudad Victoria, Durango, ex secretario de Salud, quien llevaba tres años prófugo. Este individuo que fue capaz el muy sádico de llevarse todos los muebles de la oficina donde despachaba como funcionario de Padrés Elías, por fin está tras las rejas, pero no se emocionen mucho, el delito por el que fue aprehendido alcanza fianza y de ser encontrado culpable puede hacerse merecedor a una sentencia de 2 meses a seis años de prisión. Si esto no es una invitación a hacerte político, funcionario y ladrón y luego impune, no sé qué es.