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No confundir la paciencia y la prudencia con lo dejado, sostiene Maloro Acosta

El ex Alcalde de Hermosillo pide apoyar a su sucesora Célida López, sobre todo en las causas de impacto social que beneficien a la ciudadanía; reitera que todos los ayuntamientos, incluido el de Hermosillo, tienen problemas estructurales en sus finanzas que requieren ser atendidos de fondo

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Segunda de tres partes

Redacción/LA VERDAD

Ciudad de México.- La Alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas, debe ser apoyada en sus tareas, sobre todo lo relacionado con las obras de impacto social, pero debe concentrarse más en los grandes retos que tiene la ciudad, sostuvo el ex Alcalde Manuel Ignacio «Maloro» Acosta,.

En entrevista exclusiva con LA VERDAD recordó que la ciudad será tan grande como lo sean sus ciudadanos y no sus gobernantes.

El ex funcionario sostuvo también que es paciente ante las críticas, que son bienvenidas, pero no debe confundirse la paciencia y tolerancia con lo dejado.

A continuación la segunda parte de la entrevista

Tus detractores han puesto mucho énfasis en el uso de los recursos

Mira, qué bueno que me comentas eso porque me permite recordarle a la gente algo que se olvida rápido. Cuando nosotros llegamos al Gobierno el Ayuntamiento de Hermosillo recibía 2 mil millones de pesos en promedio anual de recursos extraordinarios. Ese es dinero que no estaba presupuestado pero llegaba porque había o excedentes del petróleo o recursos especiales de la Federación. Sin embargo, no sólo se los gastaron mis antecesores, sino que se endeudaron. Ahí está explicada la gran deuda de Hermosillo. No lo digo yo, está en los estados contables y en el histórico de los números de cada Ayuntamiento.

¿Y esos recursos extraordinarios tú no los recibiste?

No, durante mi gestión el Ayuntamiento sólo recibió 80 millones, es decir, 1,420 millones de pesos menos que mis antecesores en el cargo. Y no es que lo diga yo: Ahí están los documentos que no me dejan mentir.

Pero a veces el problema no es endeudarse, sino que se refleje en obra o en servicio a la gente

Exactamente, no hay que satanizar la deuda. A veces se requiere, pero cuando se le devuelve en beneficios a la gente y se hace de manera responsable para dotar a la ciudad de infraestructura y equipamiento necesarios. Por eso cuando nos cuestionan es muy fácil aclararlo: No sólo recibimos un Ayuntamiento endeudado, técnicamente quebrado, que no recibía lo que gastaba, sino que hicimos mucha obra.

¿A qué obras te refieres?

Pavimentamos las principales calles de la ciudad, los principales circuitos por los que el hermosillense circula. Eso se hizo bien planificado, pues había que optimizar el recurso. Y junto con eso reparamos casi 1,100 socavones de la ciudad, que se presentaron de manera extraordinaria debido a lo colapsado del drenaje. Eso se hizo con recursos propios, con economías y gracias a que tuvimos la mejor gestión que ha habido en la historia en Agua de Hermosillo.

Por cierto, la nueva Directora del organismo es quien lo ha reconocido. Junto con ello construimos un circuito de parques que la ciudad no tenía, iniciamos el Parque Metropolitano y creamos el programa más integral de apoyo a los más necesitados, “Encausa”, que esperemos se mantenga.

Entonces se puede decir que sí es viable sacar adelante el funcionamiento de la ciudad, a pesar de tantos problemas…

Me haces recordar que cuando llegamos las finanzas estaban para llorar: No sólo éramos uno de los ayuntamientos más endeudados, sino que había embargos por no pago de CFE, Fonacot, IMSS y cadenas productivas. Ahora me acuerdo cuando llegaba Tadeo (Iruretagoyena, el ex Tesorero Municipal) bien estresado.

Durante un año el flujo del Ayuntamiento estaba comprometido y eso nos maniató. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo de ahorro, de recortes y gestión para salvar el momento y luego comenzar a reconstruir la ciudad. Fue doloroso, pero al final muy satisfactorio. No por nada al salir se terminó con mejoras en las calificaciones de deuda y se obtuvo el reconocimiento de las instancias financieras. Por eso puedo responderte y decirte que sí es posible, que sí se puede.

¿Cómo ve usted la gestión de Célida López?

Va empezando, pero no me toca a mí emitir opinión de su tarea. Creo que ella tiene muchos jueces, los ciudadanos, sobre su tarea, y serán ellos la que la evalúen y emitan su veredicto.

Lo que sí quisiera pedir a todos es que, en la medida de lo posible, la apoyemos en las buenas tareas y en los programas de impacto social que ella impulse y promueva.

Una ciudad es tan grande por sus ciudadanos y su nivel de participación y Hermosillo se merece estar mejor. No somos los gobernantes los que marcaremos la diferencia, sino sus habitantes.

¿Ve en ella el líder que la ciudad requiere?

Tiene una gran oportunidad de demostrarse a ella misma y a los demás que lo es. Pero no me toca, insisto, a mí decirlo.

Lo que sí creo es que como gobernantes no debemos confundir la paciencia y prudencia política con lo dejado. Todo tiene sus límites y ella debería concentrarse más en el gran desafío que ahora tiene que distraerse en situaciones que no le dejarán nada al ciudadano, ni a ella misma, al final del día.

Ella se queja de que recibió un Ayuntamiento endeudado y con un margen de maniobra limitado para atender las necesidades de la ciudad.
El problema del Ayuntamiento de Hermosillo, sobre todo en lo financiero, y lo dijimos muchas veces, es estructural.

La nueva Presidenta Municipal tiene razón sólo en parte, pero no es responsabilidad de mi administración. Hubo actos irresponsables de administraciones pasadas que le restaron, desde entonces la flexibilidad financiera al Ayuntamiento y fueron denunciados y han sido exhibidos.

Lo que yo dije siempre y ahora reitero, porque estoy convencido de ello, es que los ayuntamientos, no sólo de Hermosillo, sino todos los del País, requieren un nuevo tratamiento fiscal. Requieren que hagamos una gran reforma hacendaria que nos permita acabar con el centralismo que nos ahoga y nos deja sin recursos y sin posibilidades de atender a los ciudadanos. Es inadmisible que sólo 18 centavos de los cada 100 que se recauden se nos devuelvan al sitio donde ocurre la vida de todos los mexicanos.

Este tema lo denuncié, incluso a nivel nacional, como Presidente de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm), y promoví las reformas legales para que se le brinde un tratamiento distinto al que ahora tienen.

Es una causa que no abandonaré y desde el espacio en el que me toque desarrollarme seguiré insistiendo.