Que no era un tráiler nada el que se encuentra atiborrados de cadáveres en el estado de Jalisco, son dos y entonces la suma total de cuerpos sin identificar son 444. Así de ese tamaño es la violencia que se padece en aquella región y a la que no le han dado la importancia que reclama en toda forma y lugar
Juana María Olguín
Que no era un tráiler nada el que se encuentra atiborrados de cadáveres en el estado de Jalisco, son dos y entonces la suma total de cuerpos sin identificar son 444. Así de ese tamaño es la violencia que se padece en aquella región y a la que no le han dado la importancia que reclama en toda forma y lugar. Así que el gobernador, Aristóteles Sandoval corrió al director del servicio médico forense para ¿resolver el problema? No, solo para “parecer eficiente” en su ajuste de cuentas. El viacrucis de estos muertos sigue.
444 fallecidos qué no han sido identificados para entregarlos a sus deudos. Es un círculo vicioso en medio de la violencia que ejerce la delincuencia, falta la que aplica el gobierno cuando los familiares se presentan a solicitar el cuerpo. Los revictimizan, a ellos les quieren sacar información de qué hacía, con quién se juntaba, en qué pasos andaba y a veces ni así les entregan los cuerpos.
Cree el gobierno que, ignorando la violencia y todas las consecuencias, solitas las cosas mejorarán. Eso funcione con un ciudadano, pero no en quien competen todas las responsabilidades de brindar seguridad pública o de resolver conflictos que se presenten para el bien de la comunidad y el del todo.
Ayer martes se encontró un cuerpo desmembrado en la colonia Rinconada de la Cruz, luego por las 15:00 horas atacan a balazos, en la caseta de entrada de los Lagos, murió en el lugar de los hechos. Ahora mismo a través de las redes hay una cantidad de información que fluye sobre este último evento donde se presume que habrá graves problemas, contra los presuntos responsables de ese ataque. Rumores o no, ojalá señores, por caridad de Dios, que sus actos de venganza los hagan lejos de la gente buena, trabajadora, honorable que es mucha y que habita en todos lados.
Majestuosas las cantidades de agua que arrastra el río San Miguel, gran cauda de recurso hídrico que sería muy lindo que ya se supiera como guardarlo, cuidarlo, mantenerlo para saciar la sed de todo ser vivo que habita esta árida tierra. Cantidad ha llovido desde la madrugada de este miércoles, donde desearíamos que todo se mantuviera en placer y gozo con este clima benigno con que llega este día. Pero las precipitaciones dejan peligros, más de lo que ya había la semana pasada.
Dos personas fallecieron arrastradas por fuertes caudales. Una dama joven, en pleno disfrute de su juventud se cree que la noche del lunes cayó al arroyo las víboras por el boulevard Vildósola y Periférico poniente y de allí el agua la trajo hasta el vado del río, donde fue avistada y levantada por los cuerpos de auxilio, sin signos vitales.
En Nogales un varón también cayó ayer a un arroyo que lo arrastró e incluso lo llevó a territorio de Estados Unidos. Los cuerpos de auxilio de aquel país lo siguieron hasta que finalmente recuperaron su cuerpo. No lo han identificado. Ante estas dos pérdidas de vidas humanas cabría que nos preguntáramos si somos muy confiados y no tomamos las precauciones necesarias ante las calles que se convierten en ríos de aguas broncas e intensas.
Hoy por favor ve con la conciencia en paz, con la intensión de servir a un semejante, de dar el paso, de manejar con mucha precaución, dejar la distancia correcta entre tu vehículo y el otro porque los baches hoy con agua son más peligrosos, porque no se ven y si el de enfrente frena de golpe, habrá mal rato, pérdidas. Sé feliz y vive sano, por ti, por mí. Por los tuyos, por los míos.