Ingenuamente la gente se pregunta porque es tan compleja la situación en el país. Y son muchas las interrogantes que atormentan a la sociedad que busca satisfactores y no los encuentra, encima a quien le exigen si no hay formas de interacción entre el estado y los ciudadanos. Hay una interminable lista de personeros que se atraviesan ante un ingenuo ser humano que cree que puede entrevistarse con su alcalde, pero sí aparecen de debajo de la tierra, la secretaria de la secretaria, del director, del jefe y de todos nadie asume obligación de abrir el espacio para que el responsable del municipio escuche de viva voz lo que ese vecino quiere hacer saber
Juana María Olguín
Ingenuamente la gente se pregunta porque es tan compleja la situación en el país. Y son muchas las interrogantes que atormentan a la sociedad que busca satisfactores y no los encuentra, encima a quien le exigen si no hay formas de interacción entre el estado y los ciudadanos. Hay una interminable lista de personeros que se atraviesan ante un ingenuo ser humano que cree que puede entrevistarse con su alcalde, pero sí aparecen de debajo de la tierra, la secretaria de la secretaria, del director, del jefe y de todos nadie asume obligación de abrir el espacio para que el responsable del municipio escuche de viva voz lo que ese vecino quiere hacer saber.
Me divierte mucho cuando la gente trae cartas “firmadas” por el presidente de la República y ellos juran que el meramente de esta nación, se tomó el tiempo de revisar la correspondencia, escribió a cada persona que tuvo a bien hacer de su conocimiento un problema. No existe dialogo de interlocución entre gobernantes y gobernados y no lo habrá hasta que la sociedad madure y asuma su papel de mandante y no de súbdito como hasta ahora.
Los problemas de este país, son tantos, pero uno de los que más sensibles es el de la inseguridad, que se ha salido de todo control y un día sí y al otro día también hay pruebas fehacientes de porque la cosa pinta de forma tal. Por ejemplo: vendieron las respuestas para un examen para el cargo de jueces. El poder judicial de la federación (PJF) tuvo que cancelar ese concurso, porque brotaron las obviedades en casos específicos de preguntas en que no había manera en que la respuesta fuera intacta en más de dos participantes.
En un país con ética, profesionalismo, como imaginar que abogados, expertos en leyes, prospectos para ser juzgadores, incurra en un acto inmoral y decidan hacer trampa y pagar 186 mil pesos por las respuestas del examen. Esta vez se canceló el concurso por esas plazas.
Los “compradores” de las respuestas fueron secretarios de acuerdos de los tribunales colegiados penales y de algunos unitarios en la ciudad de México, Toluca, estado de México, Tlaxcala, Puebla y Mazatlán Sinaloa. Que chulada de maíz prieto ¿no tú? ¿Y es la primera vez que esos señores incurren en actos inmorales, indignos de su profesión?
Otra perlita es lo ocurrido en el funeral de Israel Sotelo Corona, jefe regional de la Fiscalía de Cuautitlán Izcalli, los policías y demás subalternos del funcionario, se les olvidó su investidura y sacaron sus armas de fuego y dispararon con una despreocupación digna de rufianes insensibles, cabe hacer notar que el fallecido había sido señalado por presuntamente otorgar patrullas y placas a sujetos dedicados a la extorsión. La procuraduría estatal de justicia del estado de México se dio por enterada de la conducta de estos empleados públicos, pero hará nada, no hay denuncias.
Ah, el tema de las súper pensiones de ex funcionarios del gobierno vuelve a la palestra porque el director de Isssteson dijo que demandará a algunos “vivillos” que quieren embolsarse cada mes arriba de los 100 mil pesos. Esto ya se conocía, el rufián de Guillermo Padrés, lo hizo público para justificar la quiebra en que hundió a ese organismo y que no se creyera que fue solo por sus raterías y las de la directora, Teresa Lizárraga.
Ya que ando por el ISSSTESON, el director debería pedir una auditoría urgente sobre la salud mental del personal de esa institución, no es posible que en los servicios de atención a los derechohabientes sean maltratados, vejados por gentuza de baja calaña porque el paciente no entiende los procedimientos. Personal que además es violeto, agresivo contra sus iguales. Es lamentable que el problema sea visible, pero sea ignorado por quienes están obligados a actuar.
De los bribones, leperos que se embolsan pensiones mensuales arriba de los 130 mil pesos ojalá que se los ajusten y les den lo que se merecen, una patada en la cola y además los corran de los puestos que los muy cínicos todavía disfrutan. A esperar a que si hagan algo y que la presunta demanda no sea calentura de un día.