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¿Porqué todos hacen oídos sordos ante el robo de gasolineras?

Todos es una sola impunidad, enorme y gigantesco azote. De los asuntos tratados el año pasado importantes de interés nacional ¿alguno que haya sido llevado a sus últimas consecuencias? ¿hayan detenido presuntos culpables? ¿Los mismos que se encuentren en prisión para ser procesados?

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Juana María Olguín

Todos es una sola impunidad, enorme y gigantesco azote. De los asuntos tratados el año pasado importantes de interés nacional ¿alguno que haya sido llevado a sus últimas consecuencias? ¿hayan detenido presuntos culpables? ¿Los mismos que se encuentren en prisión para ser procesados? Es grave y precaria la situación que guarda el estado de derecho mexicano, casi inexistente, casi imperceptible. Hoy lo único seguro es que de alguna u otra forma las cosas empeorarán, las víctimas de la delincuencia organizada crecerán y el gobierno las ignorará o humillará una vez más.

La noche de ayer en Nogales, tres personas estaban fueron atacadas en un estacionamiento, que dejó como resultado dos muertos y uno herido y ya que pasó todo, que los matones se fueron, llegaron y se resguardaron -me lo imagino porqué no- entonces apareció la policía a hacer como que les importa mucho el asunto, levantaron los casquillos y más casquillos y luego se fueron.

Ni una esperanza, mínima, ligera que se investigará la agresión, menos, mucho menos encontrarán pistas sobre los presuntos responsables.

Es una impunidad inaceptable e insoportable. Demasiados muertos aquí, allá, en Hermosillo ¿y en que van las investigaciones de esos crímenes? En nada. Solo son arropados con la justificación oficial de que son ajustes de cuentas y no entienden que esa posición es la que ha abierto las puertas de par en par la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente. Y a río revuelto, también caen inocentes.

Veamos el caso del robo de gasolina a los clientes, una tragedia grande, largamente auspiciada por las instituciones responsables de la energía y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) Recientemente a un ciudadano de Guaymas le ofrecieron la prueba del litro, para probar que en esa estación no estafaban y empezó a marcar la máquina despachadora pesos y centavos y de la bomba salió nada. Ni siquiera burbujas o aire ¡nada! Pero la cuenta a cobrar al cliente iba veloz.

El hombre para luego es tarde tenía prendido su celular, grabó todo, se hizo tremendo mitote en las redes sociales, pero hasta este día, el funcionario de la Profeco en Guaymas dice que el “afectado” no se ha ido a sus oficinas a presentar la denuncia correspondiente y hasta entonces nada puede hacer. El alegato tonto del funcionario, apenas si le alcanza para justificar su presencia en este devenir histórico, pero así es esto. A nadie les importa el robo a los ciudadanos provenga éste de donde provenga, de empresarios gasolineros o del delincuente ordinario o de los funcionarios.

Del espionaje político en el país, es simplemente una más de las barbaridades que comete el gobierno en sus tres niveles de gobierno. Imaginen a los alcaldes, con el problema de liquidez, excesiva burocracia, incapacidad para prestar los servicios a que está obligado por ley todavía tienen tiempo para jugar al sabelotodo y se rodean de gentuza que les “vende información”. Esta puede ser falsa, dolosa, pero unos bestias la ofertan y el munícipe la compra. Sí a este nivel se da el espionaje, lo que ocurre a nivel federal con el CISEN, bueno son palabras mayores y mientras la sociedad no presione para que esto deje de suceder, todo seguirá igual en este tenor.

El sonado caso de hace ocho meses, cuando el Gobierno federal fue acusado de espiar a periodistas, defensores de derechos humanos y activistas, la denuncia fue tema del orden internacional y luego que pasó ¡Nada! Absolutamente nada. Entonces como habremos de superar esta cantidad de eventos que nadie de la clase gobernante está interesado en atender y resolver para siempre ¡Como nos defendemos solos, si las instituciones gubernamentales sirven para proteger al hampa abusiva! ¿Cómo hacemos para blindarnos y avanzar hacia una nación justa y equitativa? Haz tu parte y bien.