Se les dijo, que cerrar el acceso sobre el puente trébol sería un ataque a los derechos legítimos de los ciudadanos de circular, ya no agreguemos libremente. Se les advirtió que con ese espacio en funcionamiento normal la zona es un desastre. Se sabía que aquello sería la madre de todos los caos. Muy orondos avisaron que a primeras horas del martes aquello estaría clausurado y bueno se armó la gresca a tal punto que tuvieron que reabrir la circulación ¿aprendieron algo? ¿alguna lección?
Juana María Olguín
Se les dijo, que cerrar el acceso sobre el puente trébol sería un ataque a los derechos legítimos de los ciudadanos de circular, ya no agreguemos libremente. Se les advirtió que con ese espacio en funcionamiento normal la zona es un desastre. Se sabía que aquello sería la madre de todos los caos. Muy orondos avisaron que a primeras horas del martes aquello estaría clausurado y bueno se armó la gresca a tal punto que tuvieron que reabrir la circulación ¿aprendieron algo? ¿alguna lección?
Se les dijo una y otra vez que el mentado plan para desviar el tráfico era horrible e insuficiente y que no hacía sentido, pero siguieron con la clásica altanería de la que exudan los funcionarios públicos, sin ponerse en los zapatos de los ciudadanos, quienes ayer martes maldijeron por todo lo alto y tan fuerte como les fue posible y ¡la circulación atorada! Quisieron utilizar la calle Pedro Moreno, la que pasa frente a la clínica 37 del IMSS, esa calle parece peatonal y siempre bloqueada.
Entre la central de taxis, más vendedores, luego los pacientes que llegan con demasiados años encima a los que hay que bajar, no sin antes abrir la cajuela, sacar la silla de ruedas o la andadera. Los responsables de la obra minimizaron el problemón ¡Dios mío que hayan aprendido algo!
En otro asunto, así como criminaliza el gobierno a los ciudadanos que quedan abatidos en cualquier calle, esquina, es imposible no aplicárselas y pensar porqué atacaron y asesinaron al presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California Sur ¿por defender a la sociedad? ¿Es fuego amigo? Estos organismos inútiles como el de Sonora, solo operan cuando un particular es ofendido por policías, funcionarios judiciales, de procuración de justicia u otro servidor público. No hacen nada cuando el conflicto se deriva de individuos comunes ¿entonces?
Pero en el escenario nacional todo es un desastre. Con 2 mil 764 víctimas de homicidio doloso registradas en el país, hace de octubre, el más fatídicos en lo que va de 2017. Es cruel e irónico que a mayor gasto en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a la Marina a la mentada gendarmería esto no represente paz alguna para la sociedad. El responsable es Enrique Peña Nieto en primera instancia, luego el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, cabeza de sector. De tan grave la situación ya superó las cifras de 2011, la peor época del sexenio del otro genocida de Felipe Calderón.
Del aumento al salario mínimo, lo único realmente justo y serio que podría hacer Peña Nieto es aplicárselo así mismo y recetárselo a toda la clase política del país. Es una mentada de madre que crean que, con un alza de 8 pesos con 32 centavos, que equivale a 88 pesos con 39 centavos, los ciudadanos ya serán solventes, ricos para seguir financiando esta burocracia rebosante de inútiles.
Organismos diversos de la sociedad civil refieren que el aumento mantiene al salario mínimo en una violación a la Constitución política mexicana debido a que el nuevo monto de 88.39 pesos diarios no es suficiente para cubrir el costo de la canasta básica, que asciende a 95 pesos con 24 centavos, ojo solo alimentos, no vestido, calzado, vivienda, transporte, luz, agua, predial, etcétera, etcétera.
Aquí debe aplicarse un principio gobernantes y políticos, lo que sea bueno para ti es bueno para la sociedad. Por ahora la desigualdad es una afrenta dolorosa y humillante. Cómo nos van a decir que esto es plausible si los funcionarios ganan 40 salarios mínimos, 120 mil pesos. 3 mil 945 pesos diarios. Los 864 mil pesos de despedida que recibirá cada diputado federal, para un obrero sería trabajar 10 mil días sin descanso, es decir 27 años. De ese nivel la inequidad, malditos traidores ¡Así que gobernantes, legisladores, alcaldes, cierren su boca antes de celebrar estupideces!