HomeReflexión del día

Algunas veces a la única persona que tendrás que demostrarle que sí puedes es a ti mismo

Siempre hablamos de que no debemos darle prioridad a lo que digan los demás, partiendo del punto de que siempre habrá personas que difieran con nuestra manera de hacer las cosas, que desconfíen de nuestras capacidades o simplemente estén un tanto desocupadas como para tener tiempo disponible para opinar de la vida de otros

Y tuve que aceptar
Hay poder en tu boca.
Se él que guía, nutre e ilumina.

7 maneras de auto-sabotearnos

Siempre hablamos de que no debemos darle prioridad a lo que digan los demás, partiendo del punto de que siempre habrá personas que difieran con nuestra manera de hacer las cosas, que desconfíen de nuestras capacidades o simplemente estén un tanto desocupadas como para tener tiempo disponible para opinar de la vida de otros.

Sin embargo, a veces ocurre que tenemos un tren de gente detrás de nosotros impulsándonos y confiando en nuestras capacidades, inclusive más que nosotros mismos y somos nosotros los que no terminamos de tomar acción, los que nos paralizamos o nos proponemos de forma inconsciente sabotear nuestras vidas.

Nos saboteamos a nosotros mismos de muchas maneras, acá te dejamos unas cuantas para que las revises y trabajes en ellas de ser necesario:

Convenciéndonos de que ya es muy tarde: Lo tarde o lo temprano son absolutamente relativos, te aseguro que en 10 años querrás haber iniciado cualquier cosa un día como hoy. Nunca es tarde, inclusive si no llegásemos a ejecutar el 100% de nuestro proyecto, el solo invertir en lo que nos apasiona ya es ganancia.

Comparándonos con otros: cada quien tiene su estilo, sus recursos, su entorno, no nos comparemos, la comparación lleva implícita un “mejor que” o un “peor que”, que por lo general solo tiene que ver con el marco referencial que se tome. Si no podemos evitarlo, tomemos de referencia casos de éxito, ejemplos de vida inspiradores que nos motiven a seguir adelante con nuestros planes, que nos inviten a encontrar nuestro propósito y acercarnos cada día a lo que queremos.

Desconfiando de nuestras capacidades: Nosotros debemos estar conscientes de lo que podemos hacer y que, si lo hacemos con amor y confianza, los resultados serán los mejores. A veces solo perdemos el miedo cuando comenzamos a hacerlo y nos damos cuenta de que no era tan difícil como en nuestra mente.

Manifestando escasez de recursos: Entendamos que los recursos están allí, que cuando realmente queremos conseguir algo y lo deseamos desde el corazón, el universo actúa como fuente proveedora de recursos, los límites solo los pone nuestra mente.

Escuchando solo opiniones negativas: Todo el mundo es libre de pensar lo que quiera, está asociado a su realidad y a su manera de ver la vida. Hay quienes hablan desde la confianza y otros desde el miedo, que tengan efecto en nosotros quienes viven y hablan desde la confianza.

Creyendo en la mala suerte: La suerte no existe y si vamos a creer en una, será mucho más útil convencernos de que la que nos acompaña es la mejor de todas, porque con esto reforzaremos la confianza en lo que hagamos y le daremos un toque místico que estará siempre a favor.

Proyectándonos con resultados negativos: Los pensamientos negativos solo alimentan los miedos y nos paralizan, nos roban energía con cosas que probablemente nunca ocurran. Pensemos en positivo, visualicémonos cómo queremos estar, pensemos cómo nos gustaría vernos a futuro y cómo sería nuestra vida de concretar lo que deseamos.

Acá vemos algunas formas de atentar contra lo que queremos y algunos tips para convertirlo en algo favorable, ¿tú quisieras agregar algo más a esta lista?

 

Tomado de Sara Espejo/Rincón del Tibet.com