A 32 años del sismo de 1985, se registró un movimiento telúrico de 7.1 grados en la Ciudad de México a las 13:14 horas, con epicentro en Axochiapan, Morelos, uno más en Chiautla de Tapia, Puebla. Una vez más daños y muertos se contabilizan. Es el gran daño a la madre naturaleza
Juana María Olguín
A 32 años del sismo de 1985, se registró un movimiento telúrico de 7.1 grados en la Ciudad de México a las 13:14 horas, con epicentro en Axochiapan, Morelos, uno más en Chiautla de Tapia, Puebla. Una vez más daños y muertos se contabilizan. Es el gran daño a la madre naturaleza.
La familia del ciudadano que falleció por la ingesta de droga (metanfetamina) dentro de una botella de refresco, en Mexicali Baja California en medio del drama que representa la pérdida, acusó al personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quienes se negaron a atenderlo. Él todavía a 20 minutos del único trago que dio a la “bebida”, caminó al interior de ese nosocomio y así salió, cuando los echaron para que buscaran servicio en otro centro de salud. Para cuando llegaron a la otra institución, llegó sin signos vitales, había fallecido.
El familiar explicó que un solo trago dio al refresco, en menos de 15 minutos sintió que se le adormeció el cuerpo, no podía mantener el equilibrio, así que buscaron asistencia médica, el centro de salud estaba cerrado, acudieron al IMSS y les negaron el auxilio porque no era derechohabiente. Murió antes de que llegaran a la clínica Regional del Valle del ejido Nuevo León, de ISSSTECALI.
Es una vergüenza la falta de conmiseración, de misericordia a un ser humano que pasa por un mal momento y en medio del susto nadie sabe si es un infarto, un derrame cerebral, quién pensaría que al beber un refresco morirás. El fallecimiento sobrevino por una sobredosis por metanfetamina. Doloroso y deplorable que se haya perdido una vida, por la falta de asistencia en el IMSS. Una más, total que nunca reciben castigo, por tanto, lo seguirán haciendo.
Bajo proceso se encuentra el dueño de una casa de empeño, luego de comprobar que en su negocio se hacía, lo de siempre, recibir toda clase de mercancías, robadas. Se deduce, porque no fue informado apropiadamente el caso, que aparentemente hubo un atraco a una casa habitación de donde se llevaron un televisor, el dueño que todavía no lo terminaba de pagar, tenía consigo los códigos de ese equipo y aparentemente el mismo fue a buscarlo y lo encontró en esa empresa.
En el citado comercio se encontraron cantidad de bienes, mercancías diversas, mismas que fueron puestas a disposición de la autoridad, en la presunción de que todo fue comprado o aceptado a malandros que se dedican a robar. Pero imaginen cuál es mi complicación, tan solo en Hermosillo hay 450 casa de empeño ¿cómo va a impedir la autoridad que no apliquen sus usos y costumbres? O bien, envían a la policía a supervisar estos reciben su moche y se largan y tierrita volada.
Hace unos días una dama denunció que en un panteón privado al que acudió se llevó tremenda sorpresa al ver que se habían robaron pedazos de lápida, adornos que compra y coloca la familia sobre las tumbas, por eso digo, ahora tendrán que crear una ley que castigue y penalice a los que venden y compran ese mármol. Mal, estamos atrapados en una maraña de corrupción, de inacción, que al final solo deja desamparado. Así que por eso mejor haz un listado de tus bienes, agrega el código que trae consigo, por si Dios guarde, tienes que ir a buscar a esos negocios donde se solapa y auspicia a los bandidos.
A 32 años del sismo de 1985, se registró un movimiento telúrico de 7.1 grados en la Ciudad de México a las 13:14 horas, con epicentro en Axochiapan, Morelos, uno más en Chiautla de Tapia, Puebla. Es el gran daño a la madre naturaleza y como no aprendemos se repite el evento. Fresca la memoria, con el desastre presente del terremoto en el sureste del país el 7 de septiembre, una vez más daños y muertos se contabilizaran.