El grupo de intereses que se amalgamaron para usar al ahora convicto de Guillermo Padrés como instrumento en el propósito de imponer la operación ilegal del Acueducto Independencia
Por Alberto Vizcarra Osuna
El grupo de intereses que se amalgamaron para usar al ahora convicto de Guillermo Padrés como instrumento en el propósito de imponer la operación ilegal del Acueducto Independencia, se mantienen operando con los residuos que dejaron sembrados en el territorio de la Tribu Yaqui, particularmente en el poblado de la Loma de Bácum, desde donde están desplegando, no acciones de resistencia civil, sino acciones de corte terrorista con actos vandálicos que en dos ocasiones han dañado el gasoducto que viene desde la frontera de Agua Prieta, cruza todo Sonora, junto con el territorio yaqui, y llega hasta la parte norte del estado de Sinaloa para abastecer de gas natural a las termoeléctricas ubicadas en Puerto Libertad, Guaymas y Topolobampo.
Después de los hechos de sangre y quema de vehículos que propiciaron en octubre del 2016 en la Guardia de la Loma de Bácum, han procurado por todos los medios que los daños que le han ocasionado al tubo que conduce el gas natural derive en un mega incendio que llene de pánico a la comunidades, eventualmente provoque muertes y aisle a la tribu yaqui de los sectores productivos del sur de Sonora con quienes mantiene una alianza en contra de la operación ilegal del Acueducto Independencia y favor de una política de gestión de más agua con el proyecto de la desalación de agua de mar que ya ha iniciado la gobernadora del estado Claudia Pavlovich Arellano.
No se deja de recordar que el padresismo se acostumbró a usar los hechos de fuego en forma oportunista para escalar en el cumplimiento de sus ambiciones. Al reducido grupo de gentes que se mueven en torno a quien se dice vocero en la Loma de Bácum, Guadalupe Flores, y a quien se encubre en la condición de asesor técnico, el profesor Rodrigo Gonzáles, los estimulan con la zanahoria de que finalmente la empresa constructora del gasoducto se rendirá y les entregará 200 millones de pesos que se repartirán solo entre ellos, con la tajada mayor para los asesores y voceros. La codicia los convierte en los proverbiales tontos útiles de una operación política de mayor alcance. En otras entregas hemos advertido que la fantasía de hacerse ricos en unos pocos meses ha llevado a estas pobres gentes a jugar con fuego y con mentes criminales.
Los vínculos de esta operación con intereses extranjeros, no solo se remiten al despacho jurídico que asesora al grupo opositor al gasoducto, que viniendo de Ciudad Juárez, tiene su sede en los Estados Unidos bajo la vestimenta de una asociación ecologista que lleva por nombre Sierra Madre Aliance Inc. También hay que mencionar al norteamericano James Hopkins quien se infiltró en el grupo de yaquis que residen en Arizona para así poder meterse con los yaquis de Sonora y ahora presumirse como asesor jurídico de la etnia. El extranjero Hopkins actúo como un activista desenfrenado a favor del gobierno de Guillermo Padrés, cuando este perseguía y reprimía a los yaquis y a muchos de los habitantes del sur de Sonora para imponer el ilegal Acueducto Independencia.
Recientemente, el mismo Hopkins alentó un encuentro de la Universidad de Arizona con la Universidad de Sonora y bajo el título Foro Binacional Sobre Derecho y Medio Ambiente en el Río Yaqui, se propusieron darle cobertura académica a quienes justifican las acciones vandálicas cometidas en contra del gasoducto. La agenda de la mayoría de los expositores en ese foro, fue maldecir la creación del Estado Mexicano y ponderar la época colonial como el momento más idílico de la tribu yaqui, además de atacar sistemáticamente al movimiento social que se mantiene en contra del Acueducto Independencia. Se condenó hasta al gobierno de Lázaro Cárdenas y no se registró un solo cuestionamiento al convicto de Guillermo Padrés. Los más enajenados con estas posturas, fueron Guadalupe Flores y el profe Rodrigo González.

