3 policías levantados en Salamanca, Guanajuato, denunciaron acuerdos de sus jefes de la corporación con la delincuencia organizada. En un video que circula en redes sociales se les oye decir ¡que culpa tenemos nosotros! Los asesinaron y sus cuerpos fueron tirados en una calle
Juana María Olguín
3 policías levantados en Salamanca, Guanajuato, denunciaron acuerdos de sus jefes de la corporación con la delincuencia organizada. En un video que circula en redes sociales se les oye decir ¡que culpa tenemos nosotros! Los asesinaron y sus cuerpos fueron tirados en una calle.
Una menor de siete años paseaba con su niñera en calles de la colonia Tres Marías, municipio de Chalco, en el Estado de México cuando fueron sorprendidas por sujetos que subieron a la criatura a un auto para huir del lugar. La nana pidió ayuda a vecinos de la zona e informó a la madre para realizar la denuncia. Pero hubo alguien que hizo más que asustarse, siguió el vehículo de los delincuentes en su coche con toda la precaución posible, vio cuando descendieron y se lo dijo a la policía. La nena fue recuperada de inmediato.
Hay detalles que hacen que este secuestro haya fallado y fue la colaboración de un ciudadano y el trabajo de las autoridades. De destacarse el sentimiento de ayuda, de amor de ese ciudadano que decidió arriesgarlo todo para seguir a los bandidos, dar con la guarida y de inmediato informarlo a las autoridades. Los responsables de atender el plagio actuaron bien y la menor fue recuperada.
Un detalle más que alabo de esto que la fiscalía estatal no salió al estilo torpemente a dar a conocer la foto, el nombre y hasta el domicilio del testigo. Se hela la sangre cuando ves que lo mismo en los boletines de prensa de las policías o fiscalías o por negligencia del reportero, evidencian al que proporcionó datos de los agresores con “vecinos del lugar vieron el caro en que se dieron a la fuga”, y ya sientes que van los mafiosos a amagarlos. Fueron exhibidos sin la menor conciencia que los expones a venganzas.
Por otro lado, me llena de gozo la actuación del señor, que solo pensó en ayudar. En ese tenor pienso en todo lo que ven, oyen los vecinos de esta ciudad y del resto del país y luego se agachan, se encojen de hombros o se asocian con los bandidos, sin pensar que un poco de colaboración podría significar tanto para otro ser humano: recuperar a un familiar secuestrado, identificar a los matones que a diario dejan su cuota de sangre. O conseguir el vehículo robado de un ser humano que todavía no se sobrepone del susto, de la pérdida, de la impotencia por la inacción de la policía.
Hoy se celebró un foro en la Cámara de Senadores para atender esa emergencia nacional, luego del desastre mayúsculo que ha dejado en el país el Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP) y adivinen, los titulares de los tres poderes: judicial, ejecutivo y legislativo mandaron a suplentes del suplente. Ellos la realeza gobernante no tienen tiempo para dedicarse a componer la catástrofe que cometieron con ese mamotreto, mediante el cual han liberado de las cárceles y devuelto a las calles a miles de delincuentes. Pero esta conducta exhibida hoy por los responsables de las instituciones es prueba fehaciente de porque nos va como nos va en toda materia.
Tres policías fueron levantados en Salamanca, Guanajuato. Se ven en un video que se difunde en redes sociales donde denuncian acuerdos de protección de sus jefes de la corporación con la delincuencia organizada y se les oye decir ¡que culpa tenemos nosotros, de estar aquí y así! Después de hacerlos decir nombres y apellidos de los responsables de seguridad pública coludidos les quitaron la vida y los tiraron desnudos en la vera de un camino. Lo bueno es que la policía solo está coludida en Salamanca, Guanajuato en el resto del país, ni cuando ¿Verdad tú?