Si en Guaymas se destinan 60 policías a cuidar a 3 funcionarios, al alcalde y su esposa ¿cuántos se destinan a cuidar a toda la burocracia estatal, municipal y federal? ¡Encima del déficit que hay de oficiales! Por eso la clase gobernante no sabe el miedo de ir a tanta colonia y minimizan el drama
Juana María Olguín
Si en Guaymas se destinan 60 policías a cuidar a 3 funcionarios, al alcalde y su esposa ¿cuántos se destinan a cuidar a toda la burocracia estatal, municipal y federal? ¡Encima del déficit que hay de oficiales! Por eso la clase gobernante no sabe el miedo de ir a tanta colonia y minimizan el drama.
Se dice fácil que la policía tuvo que matar a 6 hombres en un lapso de 37 días, y dejar heridos a dos más. Lo piensas dos veces y los ecos en la conciencia, en los anhelos de paz y prosperidad y no caben esos eventos. Las pandillas, organizaciones de hombres y mujeres tomaron por asalto las calles y se las apropiaron. Las denuncias se hicieron y como siempre la actitud de los responsables de la seguridad fue desdeñar y descalificar. Ni siquiera saben cuántas hay en Sonora.
El vandalismo existe desde que las complicidades en los cuerpos policiacos fue ganancias para estos últimos, impunidad para los primeros. Uno no se explica cómo el mañoso del barrio siempre se encuentra libre, después de cortos periodos en la cárcel o en las comandancias. Saben mejor que el ciudadano honrado, los procedimientos para engañar al sistema judicial, así hasta que un día se pone más agresivo y dicen las corporaciones que no hubo más opción que matarlo. Esperen un poco ¿o sea que los macheteros si existen o son leyendas urbanas?
En 37 días en que la locura hizo presa a los ciudadanos y la ira de las víctimas se hizo escuchar, provocó el milagro y los responsables de seguridad pública se pusieron a trabajar. Este es un problema que se dejó crecer desde hace demasiados años, ahora la policía busca dar resultados y eso es peligroso para esta sociedad pobre, envilecida, cómplice. Las madres que tienen hijos delincuentes quieren denunciarlos para que éstos no sean abatidos. No sé, en nombre de ese pacto social, algo debe ocurrir para que la paz vuelva a nuestras ciudades, nos la merecemos todos.
Una menor del Conalep, e Caborca fue asaltada. Afortunadamente solo le arrebataron su celular. El atacante, es un indigente en tránsito. No es el primer incidente que pasa a los estudiantes de ese plantel, el mismo que está muy lejos de la zona urbana. En que tono hay que pedir apoyo para que auxilien a esos chicos a llegar a ese plantel sanos y salvos. O esperamos a que maten a uno. Alcaldesa, Karina García, haga sentir la diferencia entre un gobierno de un fulano y la mano de una mujer. Haga algo, antes que las pocas esperanzas en usted, queden nulificadas.
Si en Guaymas se destinan 60 policías a cuidar a 3 funcionarios, al alcalde, su esposa ¿cuántos se destinan a cuidar a toda la burocracia estatal, municipal y federal? ¡Encima del déficit que hay de agentes! Por eso la clase gobernante no sabe el miedo de ir a tanta colonia y minimizan el drama. No sienten en carne propia el recelo de atravesar calles en total penumbra. El tener que pasar por zonas donde las pandillas son dueños, amos y señores del lugar. Donde la única seguridad es que te asalten, te hieran o te maten.
Hablo con demasiada gente y percibo la insatisfacción, el coraje, lo decepcionados que están de este gobierno. Encima de todos los abusos que padecieron en la era padrecista, muchos soñaron, algo muy distinto. Si esta fuera la hora cero ¿qué estarían dispuestos a hacer para disminuir un poco -por lo menos- el hartazgo social? Dejar de usar tanto policía de guarura y destinarlos al pueblo, sería bueno.
Luego del anuncio de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París, Enrique Peña Nieto reiteró el apoyo de México a este pacto global, que pretende frenar el calentamiento de la tierra y reducir las emisiones contaminantes, ajá sí, aquí donde se venden las playas, los manglares se destruyen, la Semarnat, la Profepa, hacen negocios mientras la flora y fauna se destruye o contamina. Más cinismo, imposible.