Tienen que saber y creer del terrible estigma que hay contra los hijos de padres solteros. Pero cuál es el problema, gente, porque esos ánimos de juzgar. Terrible la forma en que se vicia la vida, el entorno del niño. En una guardería el personal llamaba al bebé: “el que no tiene madre”. Bestias
Juana María Olguín
Tienen que saber y creer del terrible estigma que hay contra los hijos de padres solteros. Pero cuál es el problema, gente, porque esos ánimos de juzgar. Terrible la forma en que se vicia la vida, el entorno del niño. En una guardería el personal llamaba al bebé: “el que no tiene madre”. Bestias.
Hay temas en los que sabes no quedarás bien en ninguna forma y desgraciadamente creo que solo se incrementarán los peligros para los protagonistas. Aún con mi buena fe, no hay modo. Creo que desgraciadamente hay funcionarios que no tienen alcances o no les da la gana, buscar la solución a los conflictos; ir y enfrentar la realidad que padecen esos otros empleados, por jefes abusivos. Hace meses que hay una crisis de pronóstico reservado en el sistema estatal penitenciario. Quieren irse a un paro de labores.
Uno de los fuertes reclamos que hacen, es que creyeron que en esta administración las cosas cambiarían, que el abuso e infamias que vivieron en la era panista, serían pasado, pero no. Están decididos a irse a un paro de actividades afín de que se sepa el infierno al que los han sometido. Para colmo algunos son heredados del sexenio de Guillermo Padrés. Es tanta la información que egresa de esas instituciones, que deberían resolver el conflicto antes que eso explote como ha ocurrido en otros estados y embarre a todos los que hasta ahora hacen oídos sordos.
En asuntos amables, se habla mucho de las madres solteras, pero no del varón que cría solo a sus hijos. Según las últimas cifras del INEGI y del Consejo Nacional de Población (Conapo), en México 796 mil hogares son encabezados por un hombre, de ellos 259 mil son separados o divorciados, 42 mil sufrieron algún abandono y 495 mil son viudos.
Y sí, los padres solteros que son responsables del cuidado, manutención y crianza de sus hijos enfrentan múltiples retos —al igual que las jefas de familia— desde los relacionados con el trabajo, hasta aquellos que penden de la propia cultura y los estigmas sociales.
Recordé las terribles lecciones que tuvimos que aprender con un familiar, padre soltero. Un día me llamó una psicóloga que empezaba a trabajar en la guardería del gobierno del estado, y me pidió que por favor sacáramos de esa estancia al bebé, por el estigma social que habían creado en torno a él. Sí muy bonito el edificio, impecable su fachada, pero el personal que allí labora tiene podrida el alma y la conciencia. Al pobre niño lo llamaban: “el que no tiene madre”. No tenía nombre el inocente. Así despectivamente se referían a él. Su vida fue el chisme favorito, como si hubiera cometido un grave delito y más, que fuera su culpa. Se lo dijeron a todos los padres de familia.
A las condiciones complejas del nacimiento del pequeño se sumó el maltrato psicológico, emocional que tuvo que enfrentar a sus escasos 2 años de vida. Uno de los pasajes que me describieron fue un festival del día de la madre, mi tesoro estaba allí, como correspondía y lo mismo empleados que los otros padres de familia, todos tenían fijas sus miradas en mi muchachito, no en la celebración. Él solo estaba sentadito disfrutando, lo que la bola de bestias que lo acosaban y abusaba no hacían. Si presioné para sacarlo de las garras de esa jauría de desalmados.
Ya es un adolescente y bello, es muy brillante. Sus calificaciones son de excelencia. Ruego para que nunca sepa de que tamaño fue el abuso que ejercieron sobre él, en ese mugrero de estancia. Siempre me pregunto porque somos tan buenos para juzgar la vida de otros, cuando hay tanto en que mejorar en nuestras propias existencias. Por favor juzga menos, ama más.
Feliz día del padre por anticipado. Traten de no ser solo proveedores, también parte integral de la vida de sus hijos, que la vida se los premie y si no, la satisfacción te sea un paliativo para lo que sea que enfrentes.