¡Qué pena!

Entretelones
Samuel Valenzuela

Samuel Valenzuela

Resultaba insostenible la inicial secrecía luego de haber trascendido a la opinión pública tan penoso caso, y no era para menos tratándose de algo tan peliagudo en un municipio cuya cabecera Ciudad Obregón, cerró el 2023 en segundo lugar como la más violenta del mundo, con una tasa de 117.83 homicidios por cada 10 mil habitantes y también de las primeras en percepción social de inseguridad.

Todavía hace un par de días que el presidente municipal de Cajeme, Javier Lamarque Cano, reprochaba a representantes de medios de comunicación por crear una mala imagen del municipio debido a la proliferación de la nota roja. “No es con ánimo de reclamo, es con el ánimo de que haya una relación respetuosa y de que las cosas se digan como son, que no se inventen notas. Hay que informar lo que es, punto», aseveró el munícipe.

Detenidos en Cd. Obregón.

Es que había trascendido la detención de un policía activo; otro agente retirado y el tercero también policía comisionado al área de Protección Civil, todos por su probable responsabilidad por los delitos de secuestro agravado y extorsión agravada, torturas y demás por hechos ocurridos a mediados de diciembre de 2021.

Fue hasta el miércoles cuando la Fiscalía General de Justicia del Estado oficializó la detención de Gibrián “N”, Roberto Javier “N” y Juan Carlos “N”, con el subrayado que los últimos dos citados son hijos de la regidora morenista Enriqueta Rodríguez Medina, quien preside la Comisión de Seguridad en el cabildo local, así como la comisión de Honor y Justicia.

Penoso caso en estos días donde el oficialismo se encuentra envuelto en una escandalosa burbuja negra por las derivaciones del caso del “Mayo” Zambada, la pudrición uniformada en San Luis Río Colorado, a lo que se suma el operativo de la Fiscalía de la Ciudad de México para librar de la detención a Javier Corral Jurado, atorado por agentes de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua, por eso, por actos de corrupción probados durante su gestión como gobernador de esa entidad.

Gustavo Salas Chávez

Entendemos que la regidora Rodríguez Medina es una pieza muy menor en comparación del gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya como para protegerlo con montajes así sean muy rústicos o en comparación de Corral Jurado, exgobernador y cercano a los afectos del régimen cuatrotero y por ende perdonadas todas sus trapacerías.

Es por eso que Gustavo Rómulo Salas Chávez, fiscal general de Justicia del Estado emprendió la acción de procuración de justicia reclamada desde hace varios meses por actos perpetrados en contra del joven César Alejandro y su familia, víctimas de esos criminales uniformados y qué bueno, porque es menester reconocer que se actuó sin miramientos a pesar de las consecuencias por dejar ver la punta del iceberg de la infiltración de criminales en el oficialismo cajemense.

De acuerdo con la relatoría de los hechos aquel 17 de diciembre de 2021, César Alejandro de apenas 18 años, solicitó permiso a su empleador de lavado de autos para ir al baño a su domicilio cercano, a donde no llegó y tampoco regresó a su chamba.

Ya iniciada su búsqueda, el padre del muchacho recibió una llamada en la cual dos de los ahora detenidos lo citaron a estacionamiento de un centro comercial, donde le exigieron 80 mil pesos para ayudar a su hijo que estaba detenido en la comandancia, acusado de asaltos a dos bancos y una tienda de auto servicio.

Alfonso Durazo M.

Lo llevaron ante el comandante Gibrian “N”, a quien le expuso su imposibilidad de pago de tan alta suma para liberar a su hijo, gravitando además la evidencia de torturas a las que el chavalo fue sometido por agentes de la AMC para que confesar ser autor de los asaltos. A fin de cuentas, solo pudo conseguir 45 mil pesos y asunto arreglado, sin que se sepa aún cuántos operativos de esos hayan hecho.

Eso es un atascadero y la detención de esos sujetos es demostración plena de que en Sonora y por instrucciones del gobernador Alfonso Durazo Montaño, no tendrán buen futuro quienes aprovechando influencias que les dan instituciones de gobierno y parentelas encumbradas, perpetran agravios en contra de la sociedad, que, en el caso de la regidora y mamá de los indiciados, pues qué decir frente a fechorías de sus vástagos mayores de edad, aunque como sea, su situación es muy precaria.

Como sea, que pena por quien está encargado de esa casa o sea Lamarque Cano y más pena por los habitantes de ese municipio, cuya mayoría decidió seguir por la misma ruta en la elección del pasado 2 de junio, cuando se asegura que las citadas detenciones son solo la punta del iceberg, en el marco de una cruenta tendencia repotenciada hace tres años, aunque se publicita mucho que el baño de sangre va a la baja y con franca tendencia a mejorar.

Al menos y a diferencia de las estupideces de su colega de San Luis Río Colorado, Santos González Yescas, el munícipe cajemense Lamarque Cano no cae en los excesos de ordenar quitar micrófonos a reporteros por sus preguntas incómodas y los amenaza y si bien reclama manejos “exagerados” de la nota roja, deberá asumir que dicho material informativo no es responsabilidad de ningún comunicador y que no fue ningún invento el que personal bajo su mando hayan perpetrado los actos que se les imputa, ni que la regidora Rodríguez Medina sea una de sus más cercanas del cabildo cajemense.

Ana Gabriela Guevara.

Solo en Ciudad Obregón suelen ocurrir ese tipo de cosas, porque como se recordará, hace ya casi 12 años un joven de buena familia, Manuel Alberto Fernández Félix, contrató a sicarios para que asesinaran al diputado electo, nuestro amigo Eduardo Castro Luque, con el propósito de quedarse con esa representación en el Congreso del Estado, toda vez que él era su suplente, posición que logró dada su cercanía y relaciones con la clase política, en este caso del PRI, porque en el más reciente desfiguro, el raspón es para MORENA.

Mientras tanto, como decíamos a esa burbuja negra cuatrotera se agrega la fuerte carga de testosterona de la otrora orgullo del deporte mexicano y titular de la CONADE, la sonorense Ana Gabriela Guevara quien para no variar soltó sus vulgaridades al ser cuestionada por los pobres resultados de la delegación de nuestro país en los recientes juegos olímpicos en comparación de su ostentación de su estancia en la llamada Ciudad Luz, así como de sus traslados.

«Todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como me da mi chingada gana. No tengo marido, ni marida, ni nadie que me exija en qué gasto», espetó quien sin duda es la mejor posicionada como la funcionaria más corrupta e ineficiente del sexenio de López Obrador, lo cual no es cualquier cosa, dada la clase de calaña que resultan Manuel Bartlett, Rocío Nahle, e incluso los trivagos vástagos del presidente.

En lo que vino a resultar quien como atleta fue motivo de orgullo y cuyo arribo a la CONADE generó tantas buenas expectativas, porque por fin estaría en esa responsabilidad alguien que sufrió la torpe conducción del deporte en este país, que alzó la voz en favor de deportistas y que a fin de cuentas resultó bastante peor que sus antecesores.

Ya es presidenta electa.

Así las cosas con el oficialismo, cuando sus altos perfiles ya le dieron la vuelta a la hoja y a otra cosa mariposa en el caso Mayo Zambada, dadas las implicaciones del ya citado narcogobernador Rocha Moya y el patético papel del gobierno mexicano ante un gigantesco operativo que les pasó de noche porque de plano las autoridades gringas saben del alto grado de infiltración del crimen organizado y no quisieron arriesgarse que se les fuera la liebre.

De todo quieren hablar menos de ese tema, cuando además andan de manteles largos porque la máxima autoridad electoral de este país entregó a Claudia Sheinbaum la constancia que la acredita como presidenta electa de México, dejando sin sustancia el que esa misma máxima autoridad electoral determinó que solo López Obrador cometió 109 infracciones electorales; emitió 75 sentencias en su contra y detectó expresiones ilegales en 34 mañaneras, espacio desde donde se atacó a diario a la oposición y fue plataforma publicitaria de MORENA y sus candidatos.

Según los emisores de dicho documento, todas esas acciones no afectaron para nada el ánimo de la gente al votar, y así las cosas solo nos queda esperar que el discurso de la señora, el cual decidimos no dar seguimiento luego de un ratito por no aguantar su gangosa voz, se conduzca con decoro y sobre todo con la verdad y no ocurra como con López Obrador hace poco más de seis años en similar acto, ya que su mensaje se convirtió al paso de los meses en una acumulación de mentiras.