Entretelones Samuel Valenzuela Cambiar de opinión no es mentir, pontificó en cierta ocasión la diputada Ernestina Castro Valenzuela, cuando pa
Entretelones
Samuel Valenzuela
Cambiar de opinión no es mentir, pontificó en cierta ocasión la diputada Ernestina Castro Valenzuela, cuando parafraseó el frecuente axioma puesto de moda por algunos políticos españoles para justificar rústicas maniobras a contracorriente de compromisos mutuos.
El recital al cinismo de la diputada en cuestión fue por un asunto baladí al pedirle su opinión sobre la decisión de Alfonso Durazo Montaño de irse a vivir a la casa de gobierno, contrario a lo que aseguraba en campaña respecto a que ese inmueble sería utilizado para causas más nobles y que él y su familia seguirían habitando el domicilio de siempre allá en la Jolla.
En nuestro caso no tuvimos registro de dicho compromiso del ahora gobernador de Sonora ni le damos mucho valor de que de haberlo hecho hubiera sido la diferencia en la elección que ganó de forma categórica y por eso carece de valor sea cambio de opinión o mentira en su tiempo.
Distinto cuando durante muchos años se insiste en consignas con las que se gana la voluntad ciudadana y ya en el poder hace todo lo contrario o simplemente no hace nada o simula hacer para continuar con sus engañifas a la ciudadanía, a esa ciudadanía adormilada, anestesiada a base de mentiras y conformada con minucias mientras los mentirosos se quedan con la mayor parte.
En efecto, Andrés Manuel López Obrador estuvo dale y dale con la consigna de regresar a los militares a los cuarteles porque las funciones asignadas durante la guerra de Felipe Calderón contra el narco pervertían las funciones constitucionales del ejército mexicano y siguió insistiendo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto en lo que se convirtió en una de sus banderas principales que lo llevó a la presidencia de la república.
Bueno, también mintió o cambió de opinión cuando aseguró que al asumir la presidencia bajaría a 10 pesos el litro de gasolina; que no contrataría más deuda; que combatiría la corrupción; que no se entrometería en temas del poder judicial; que fortalecería organismos autónomos, que en su gobierno imperaría la austeridad republicana y la pobreza franciscana y un altero así de compromisos que a la postre resultaron al contrario, totalmente al contrario.
También mintió o cambió de opinión cuando aseguraba que nunca actuaría como los del PRIAN en las elecciones; que privilegiaría el respeto a la voluntad ciudadana; que el Estado y su gobierno no metería las manos en los procesos electorales y mucho menos financiaría campañas, partidos ni candidaturas.
Esta última mentira o cambio de opinión es el colofón de todo un sexenio de farsas porque a la vista de todos está la permanente campaña en favor del partido oficial desde el púlpito de las mañaneras, la cotidiana denostación en contra de la oposición; el descarado uso de recursos públicos para promover casa por casa el voto por la continuidad, recurriendo a amenazas, la extorsión y el chantaje, resultando ese cambio de opinión el más costoso para la sociedad mexicana.
En el caso de su cambio de opinión o mentira cuando en lugar de regresar a la milicia a sus cuarteles emprendió la ruta de la militarización exacerbada, lo justificó con solo reconocer que ignoraba la grave situación que imperaba en el país, sin que se entienda qué pinches anduvo haciendo cuando durante 12 años recorrió el territorio nacional, bueno, si se entiende, porque por lo regular López Obrador se la pasa hablando y no escucha a nadie.
Es obvio que militarizar no fue la mejor vía, porque la situación sigue muy peligrosa en vastas regiones del país con grupos criminales empoderados por la pusilánime política pública de abrazos y no balazos; el fiasco en que resultó la creación de la Guardia Nacional y la colusión con carteles de segmentos del mismo gobierno federal.
¿Que no contrataría más deuda? Pues las cifras hablan por si mismas porque para financiar sus fantasías endeudó al país al doble que lo hizo Peña Nieto; ¿bajó a 10 pesos el litro de gasolina? No, porque solo se trataba de seducir a incautos; ¿Combatió la corrupción? No, porque se rodeó de corruptos, incluida su familia, y no solo se entrometió en asuntos del Poder Judicial, sino que ahora pretende desaparecerlo, al igual que a organismos autónomos; ¿la austeridad republicana y pobreza franciscana impera en su gobierno? No, vive rodeado de la fastuosidad de Palacio Nacional.
Bueno, doña Titina la diputada diría que no mintió si no que solo cambió de opinión, porque, así como no sabía de la situación del narco y por eso mantuvo en las calles a los militares, tampoco mintió porque solo recapacitó al no saber la escasa moralidad de sus hijos, de Manuel Bartlett, de Ignacio Ovalle; de militares encargados de mega obras; de que solo mediante la corrupción y desvío de recursos podría comprar votos para su sucesora.
No mintió, solo cambió de opinión en la promesa de bajar a 10 pesos el litro de gasolina, porque se dio cuenta que PEMEX estaba en quiebra y se requerían los diversos impuestos para obtener ingresos fiscales para financiar sus ocurrencias, y así por el estilo con un presidente falsario y mentiroso.
Pero la mentira más frecuente o cambios continuados de opinión es la relativa a que México tendrá el mejor sistema de salud del mundo, no solo de Dinamarca, tema en el que López Obrador ha desempeñado patético papelito con todo y su megafarmaciasototota, además de la estela de 800 mil muertos por su criminal gestión frente a la pandemia del COVID-19.
En el tema de salud López Obrador ha ido de tumbo en tumbo desde eliminar el seguro popular; la ocurrencia del INSABI y su sonoro fiasco; luego el vigente IMSS-Bienestar que derivó en el histórico despojo a los estados del país adheridos a wevo a tal estrategia, que los dejó como a ese propietario de una casa, que, al ser despojado de ésta, se le exige seguir pagando los recibos de servicios de gas, luz y agua; también su mantenimiento y salarios de la mucama y los jardineros.
Esas mentiras o cambios de opinión han causado muchas muertes y dolor en millones de familias mexicanas, compensadas eso sí con pichicaterías bimestrales a través de programas sociales que en efecto alivian la inmediatez de su problemática y subsistencia, y lo que son las cosas, con eso fue suficiente para heredar la presidencia a su mascota.
Por cierto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya publicó el proyecto del resolutivo que valida la elección presidencial y el aplastante triunfo de la señora Sheinbaum el pasado dos de junio, dejando de lado todas las impugnaciones interpuestas.
En este caso nada qué alegar y solo quedaría esperar que Guadalupe Taddei Zavala y el círculo de iniciados al servicio del régimen cuatrotero, que incluye a ingenieros en informática y expertos en algoritmos, alguna vez suelten la sopa sobre ese histórico operativo electoral antidemocrático.
Por lo demás, evidente la mejoría en la integración de la próxima legislatura estatal si se compara con la de los trienios 2018-2021 y 2021-2024 por concluir, porque las diputadas y los diputados que vienen, lejos lucen con mejores credenciales para representar los intereses de los sonorenses.
La reelección de un buen número garantiza que ya superaron la curva de aprendizaje para dejar se ser simples levanta dedos, en tanto que quienes son de nuevo ingreso, disponen de destacados perfiles que podrían hacer la diferencia en la producción legislativa en beneficio de los sonorenses.
Por ejemplo, en materia de experiencia legislativa difícil de superar a Fermín Trujillo y Alejandra López Noriega; están por verse las hechuras de Amairany Peña, quien como diputada federal mostró poco o nada; Gabriela Félix tiene vasta experiencia en asuntos legislativos, en tanto que su compañero de bancada, Manuel Scott llega con la fuerza representativa de un partido como el MC en franco crecimiento bajo su dirigencia.
Sin discusión la experiencia política y en temas jurídicos y en la manufactura de leyes de Emeterio Ochoa e Iris Sánchez Chiu y que pero le ponen a Gabriela Tapia, con su abultado currículum en la lucha social y experiencia en la operación política como integrante de la verdadera izquierda de la entidad, en tanto que Omar del Valle Colosio ofrece su experiencia como hombre de Estado y fogueado en la gobernanza en los temas de la planeación y programación del gasto en obra pública.
También están David Figueroa y Raúl González de la Vega, cuyos perfiles pueden considerarse una garantía de un buen desempeño, al igual que Norberto Barraza, sin dejar de lado a Juan Pablo Arenivar, quien para quienes lo conocen, de ninguna manera representa una incógnita en lo relativo a su compromiso social.
En siguientes despachos profundizaremos en la glosa de los perfiles de quienes representarán a los sonorenses desde el Congreso del Estado, pero por lo pronto y a ojo de buen cubero, la próxima legislatura ofrece sustancial mejoría respecto a las dos anteriores.
Y como atender de inmediato los problemas es la norma de la administración de Antonio Astiazarán en Hermosillo, el prepotente genízaro videograbado en su interacción con un ciudadano ya fue sacado de las calles mientras Asuntos Internos de la Dirección de Seguridad Pública aplica el protocolo correspondiente, que no lo dude Usted, podría derivar en severas sanciones contra el simio uniformado.








