El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió su decisión de otorgar un reconocimiento al exsecretario de la Defensa, general Salvado
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió su decisión de otorgar un reconocimiento al exsecretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos Zepeda, y aclaró que la controversia no se trata del caso Ayotzinapa, sino de la supuesta intervención de la DEA en asuntos de soberanía al «fabricar delitos» para vincular a Cienfuegos con el narcotráfico.
En la Mañanera de hoy, López Obrador afirmó que no hay acusaciones directas contra el general Cienfuegos relacionadas con el caso Ayotzinapa. Señaló que si periodistas como Anabel Hernández, Carmen Aristegui y Julio Hernández tienen información diferente, deberían darla a conocer.
El presidente argumentó que la controversia se centra en que su gobierno intervino ante lo que considera una violación de la soberanía mexicana por parte de la DEA y demostró que se fabricaron delitos contra el exsecretario de Defensa. López Obrador acusó a la DEA de buscar debilitar al Ejército mexicano y las Fuerzas Armadas para que puedan actuar en México como lo hacían durante el gobierno de Felipe Calderón.
La decisión de otorgar un reconocimiento a Cienfuegos ha generado un fuerte debate en México y en el extranjero. Algunos lo ven como un gesto de justicia y reconocimiento a un militar de alto rango, mientras que otros lo consideran un acto de impunidad en medio de acusaciones de corrupción y vínculos con el narcotráfico.
La controversia en torno al reconocimiento a Cienfuegos continúa y plantea preguntas sobre la relación entre México y las agencias de aplicación de la ley estadounidenses, así como sobre la lucha contra el narcotráfico y la corrupción en el país.

