El caso de la niña Fátima Aldrighett, de 7 años, que fue secuestrada, torturada y asesinada en Tláhuac (Ciudad de México) hará que en Sonora se revisarán y refuercen los protocolos de seguridad, tanto de entrada como de salida, de las escuelas, informó en entrevista el secretario de Seguridad Pública en el estado, David Anaya Cooley
Luciano Sabatini/Infoson
Hermosillo.- El caso de la niña Fátima Aldrighett, de 7 años, que fue secuestrada, torturada y asesinada en Tláhuac (Ciudad de México) hará que en Sonora se revisarán y refuercen los protocolos de seguridad, tanto de entrada como de salida, de las escuelas, informó en entrevista el secretario de Seguridad Pública en el estado, David Anaya Cooley.
«Ha habido una reflexión en Sonora sobre el caso Fátima, lo que hemos estado haciendo y lo que nos falta por hacer. Hay que integrar más protocolos de seguridad para los niños, la SEC tiene un área de seguridad escolar con protocolos de entrada y salida. Pero hay que decir que Fátima tenía antecedentes de violencia familiar por su madre y padrastro, y en Sonora 24 horas del día hay un abogado en el C5 recibiendo todas las llamadas de violencia familiar y las canaliza al ISM o al DIF, eso no lo tienen a nivel nacional, es un modelo único en el país», analizó el funcionario estatal.
Además, David Anaya analizó en entrevista con el Colectivo de Reporteros Sonorenses (CORSAS) que los feminicidios que ocurren en la entidad «obedecen en muchos casos al carácter machista del estado, y que tenemos que cuidar. También muchos feminicidios parten de las parejas o ex parejas de esas mujeres, necesitan medidas de protección para evitarlo».
Sobre los hechos delictivos de alto impacto, como los homicidios, el secretario de Seguridad indicó que «el narcomanudeo que obedece a la delincuencia organizada, y este es el camino de muchos homicidios. Para lograr frenar los homicidios deben articular las acciones de las fiscalías en cateos, órdenes de aprensión y carpetas investigación, y reforzar programas sociales que aseguren la estructura social, sino vamos a estar igual».
Respecto a la propuesta de la presidente municipal de Hermosillo, Célida López, de realizar controles antidoping en las secundarias del estado para descubrir los jóvenes que están metidos en las drogas y pudieran delinquir, Anaya Cooley aseguró que «los jóvenes que caen en drogas están faltos de amor en sus casas, para frenar la drogadicción en las escuelas funciona mejor las escuelas para padres, pero no conozco los detalles de la propuesta de la alcaldesa». Además, en este sentido indicó que una sola prueba de antidoping con reactivo para 5 tipos de drogas ronda los 150 pesos, lo que había que multiplicar por los más de 200,000 alumnos de la entidad.
«NECESITAMOS 4,600 POLICÍAS ESTATALES, TENEMOS 920»
David Anaya detalló que Sonora cuenta tan solo con 920 policías estatales, que incluso habiendo aumentado un 10% en 2019, es un número bajo teniendo en cuenta la extensión y población de la entidad. Puso el ejemplo de Yucatán, que con 1 millón de habitantes menos tiene 5,000 policías estatales.
«Sonora necesita 3,600 policías estatales más. El año pasado presenté un proyecto en el Congreso para crecer el presupuesto 236 millones de pesos más, para tener más policías, custodios, video vigilantes, más cámaras en las ciudades y un equipo de drones para vigilancia. Los diputados solo autorizaron 80 millones de pesos», relató.
«DESPUÉS DE ESTO ME RETIRARÉ DEL SERVICIO PÚBLICO»
Atajando las preguntas de si buscaría una candidatura en 2021, David Anaya aseguró que la encomienda como secretario de Seguridad Pública (desde hace 2 años) le ha cambiado la vida y la de su familia, por ello, asegura que terminando el periodo con el gobierno de Claudia Pavlovich se retirará del servicio público.
«Si sabía lo que iba a implicar esta responsabilidad para mis hijos, para mi familia, no lo aceptaba. Pero es una gran responsabilidad, y tras esto me retiraré de la vida del servicio público y la actividad partidista en el PRI», sentenció.
Con un ojo puesto en su celular durante la entrevista por cuestiones obvias de informaciones que pudieran estar llegándole, se le preguntó por qué mensajes le gustaría recibir y cuáles no en su teléfono: «el mensaje que me gustaría recibir es que las cosas han mejorado y se nota la seguridad. El que no sería cualquier hecho violento que involucre mujeres y niños».