Parafernalia luctuosa

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Parafernalia luctuosa

La muerte de una persona en cualquiera de las circunstancias que ocurre, además del legítimo dolor de seres queridos y deudos, hay ocasiones que deja secuelas de despreciable oportunismo, estupideces declarativas y amarillismo mediáticos, expresiones que en estos días se enseñorearon en el ámbito regional como reacciones ante hechos funestos, recientes y de hace años

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La muerte de una persona en cualquiera de las circunstancias que ocurre, además del legítimo dolor de seres queridos y deudos, hay ocasiones que deja secuelas de despreciable oportunismo, estupideces declarativas y amarillismo mediáticos, expresiones que en estos días se enseñorearon en el ámbito regional como reacciones ante hechos funestos, recientes y de hace años.

El 25 aniversario de la vileza perpetrada contra Luis Donaldo Colosio Murrieta, conjunta como todos los años, toda esa cíclica parafernalia luctuosa que se extingue un par de días después y de vuelta a esperar, para ver que más se extrae el año próximo de los restos del sonorense sacrificado.

Pero no solo en casos históricos como ese saca esa parte de la estupidez humana, porque ya ven los entornos y derivados del artero asesinato del periodista Santiago Barroso, a fin de cuentas convertido en ancla para las bajas pasiones de no pocos, que hicieron de su funesto destino un pretexto para capitalizar el dolor de sus deudos, a partir de hipótesis acomodadas a sus conveniencias.

Por primera ocasión este reportero no acudió al ceremonial anual en el que se recuerda la fatídica fecha que marcó el fin de quien en estos momentos fuera un expresidente de México de apenas 69 años y no lo hicimos porque haya decaído nuestra valoración sobre el trauma que representó para México y los mexicanos ese asesinato, sino por estar hartos de la calca del oportunismo y lucro anual de algunos.

Optamos por hacer un ejercicio de memoria y atraer al presente un par de recuerdos entre los que se entrelazan Luis Donaldo, Don Luis, Doña Ofelia, Diana Laura y los pequeños Luis Donaldo y Mariana, así como los veíamos en aquellos años cuando el futuro lucía promisorio.

En 1985 nos tocó la cobertura de la campaña de Rodolfo Félix Valdés a la gubernatura y en la fórmula del PRI estaba Luis Donaldo Colosio Murrieta como candidato a diputado federal y ahí nos tocó sostener una interacción frecuente que incluyó desayunar en la casa de sus padres en Magdalena, donde doña Ofelia le sirvió su plato favorito: una tierna penca de nopal frita al comal y sobre ella un par de huevos estrellados volteados; machaca con cebolla y cilantro; frijoles refritos maneados, tortillas de maíz recién hechas y café con leche.

A Don Luis Colosio Fernández lo recordamos solo en su rancho, cuando a pesar de que su hijo andaba en la cumbre de la política mexicana y se perfilaba para la candidatura presidencial, y así lo encontramos cuando acompañábamos al entonces candidato a una diputación local, Daniel Trelles Iruretagoyena, tocándonos tratarlo en sus últimos años, con todo su dolor a cuestas por la muerte de su hijo, además de la calaña mediática que era objeto.

Impactante el señorío y entereza de Diana Laura frente al féretro donde yacía su esposo en el acto luctuoso pocos días después de la tragedia en Lomas Taurinas y enternecedoras escenas de Marianita y Luis Donaldo JR, así como la viva imagen del dolor de Don Luis y Doña Ofelia.

La gobernadora Claudia Pavlovich y la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, en el 25 Aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio

Ahora el luctuoso aniversario hace destacar las sonrientes estampas del otrora pequeño Luis Donaldo al lado del también festivo Alfonso Durazo, ambos en variante partidista opuestas a la militancia de quien fuera su padre y al que le servía como secretario particular, contrastando con la sobriedad y respetuosa actitud de la gobernadora Claudia Pavlovich en dicho ceremonial.

Al protocolo asistió la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu y por supuesto ahí también otro magdalenense, el líder de ese partido en Sonora, Ernesto de Lucas Hopkins y no, no estuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien como se sabe, estará este martes en San Luis Río Colorado, con el fin de anunciar acciones para el mejoramiento urbano de esa frontera y Nogales.

El presidente deberá atenerse a esa agenda en sus peroratas de plazuela, ya que el tema del asesinato del periodista Santiago Barroso tomó un rumbo que le hace imposible lucrar con él, al igual que ocurre con otros oportunistas, que como yerba mala surgieron como plaga y luego fueron silenciados por la efectiva indagatoria realizada por la Fiscalía General de Justicia del Estado.

En efecto, la fiscal Claudia Indira Contreras batea de dos-dos frente a actos criminales cometidos contra periodistas y poner en Sonora un alto a la tradicional impunidad que prevalece en casos similares en el resto del país, dando un ejemplo de irrebatibles resultados en el marco de una indagatoria impecable que en el caso de Barroso, confirmó lo que desde un principio se sospechó: el asesinato fue motivado por asuntos ajenos al ejercicio periodístico.

Ernesto de Lucas Hopkins

Si bien no por lo anterior deja de impactar, lo concreto es que contrario a las alocadas, vocingleras e histéricas catilinarias relativas a la libertad de expresión y sus presuntos riesgos en Sonora, el asesinato tuvo el terrenal origen de una venganza por celos, línea de investigación que en pocos días fue concluyente y definitiva con la detención del perpetrador.

Este reportero no cuenta con la experiencia en el manejo de la nota roja ni en el modus operandi del crimen organizado, pero aún así tuvimos nuestras dudas respecto a que tal atentado hubiera sido ejecutado por algún cartel dado el tipo de arma usada y las circunstancias que sobre los hechos dieron a conocer medios de comunicación, prevaleciendo nuestra extrañeza de que presuntos avezados en ese tema se hayan ido con la finta.

A fin de cuentas, doña Claudia Indira mojó la pólvora, exhibió a oportunistas sin progenitora y puso tras las rejas a un sujeto ya en proceso, con la posibilidad de que reciba una condena de 50 años de cárcel, en un contexto que replicó con los autores del atentado en Hermosillo, que costó la vida a Reynaldo López y dejó muy malherido a Carlos Cota.

Por lo demás, acusamos recibo de una especie de carta a los lectores que confirma la arraigada actitud patronal que aplican los representantes de la cuarta transformación en donde sientan sus reales y que va a contracorriente a la presunta vocación en favor de los derechos de los trabajadores.

Claudia Indira Contreras

“La Directora de Ingresos del municipio, Chiara Larissa Romero García, comenzó desde los primeros días de la administración una serie de estrategias para correr a los ejecutores de recaudación fiscal (los que notifican adeudos ante el ayuntamiento). Muchos se fueron porque les comenzaron a retener el sueldo y otros tantos se quedaron (10 aproximadamente, porque son trabajadores de base).

“Los ejecutores ganan bien, siempre y cuando hagan bien su trabajo. A los que se mueven y realizan su trabajo con eficiencia les puede llegar una quincena de 30 mil, 40 mil pesos y hasta más. 

“Esa nómina le molestó a Chiara Larissa, y vio la posibilidad de sustituir a los ejecutores por despachos; pero no sabía que los ejecutores venían de hace ya algunas administraciones y que habían ganado un juicio ante la SCJN cuando se les intentó correr por primera vez cuando Francisco Búrquez era alcalde.

“Al ver que no los podía correr, empezaron a utilizar una estrategia de acoso, llamándoles la atención por mínimos detalles que antes eran irrelevantes, pero para generarles historial negativo.

Célida López Cárdenas

“Los casi 10 despachos divinos que los suplen, obviamente la mayoría relacionada con la alcaldesa Célida López y con Larissa, le cobran al ciudadano el adeudo principal, los honorarios y los recargos del crédito ante el ayuntamiento. El detalle es que los despachos solo facturan el adeudo principal; no se sabe a dónde va a parar el dinero de los honorarios ni de los recargos, ya que sí son cobrados al contribuyente (A unos despachos se les paga en la totalidad y a otros no).

“Ante la denuncia en radio que hiciera un ejecutor en Larsa, se incrementó el maltrato hacia ellos, llegando incluso a los gritos y al acoso laboral, creando un pésimo ambiente en las oficinas. Muchos gritos son escuchados incluso por los contribuyentes que están haciendo los pagos.

“Como datos adicionales, Manuel García Paz, esposo de la directora de Ingresos, trabaja como jefe de talleres del H. Ayuntamiento y Larissa es pariente lejana de Célida, además que al parecer y estuvieron juntas en la escuela”.

Confiamos totalmente en el remitente de esta misiva y no dudamos ocurran los hechos que describe, ya que además se replican en todas las instancias donde la cuarta transformación a sentado sus reales, particularmente en instancias federales y no dude Usted que se venga una cascada de demandas laborales de quienes con todo y que apoyaron a López Obrador, sus derechos pretenden ser pisoteados.